“Un país no puede vivir con estas injusticias”: El terrible testimonio de mujer de 100 años que debe pagar contribuciones a pesar de su baja pensión
Con 100 años, la escritora Marina Latorre enfrenta una dura batalla por contribuciones que superan su pensión y amenazan su hogar.
A sus 100 años, Marina Latorre enfrenta una situación que considera profundamente injusta. Viuda, sin red de apoyo familiar y viviendo con los $224.000 mensuales que recibe por la Pensión Garantizada Universal (PGU), la destacada escritora asegura que no puede seguir pagando las altas contribuciones que recaen sobre su vivienda en el casco histórico de Santiago.
Una pensión insuficiente para un cobro millonario
Aunque cumple con la mayoría de los requisitos para acceder a la exención de este impuesto, la ley le impide beneficiarse debido a que el avalúo fiscal de su propiedad supera el límite establecido. El inmueble, cargado de historia, ha pasado de pagar $80 mil a $500 mil mensuales en contribuciones, un salto que la autora califica de insostenible.
“Esta injusticia tan, tan grande… yo no entiendo. No solo me afecta a mí, hay muchas personas que están en la misma o en peores condiciones. Yo creo que un país no puede vivir con estas injusticias”, expresó en entrevista con Mucho Gusto.
El regalo de cumpleaños que no esperaba
El pasado 14 de agosto, cuando celebraba su centenario, recibió la notificación del Tribunal Constitucional (TC) que rechazaba la posibilidad de eximirla del pago. Latorre no oculta su frustración y apunta directamente al organismo como responsable de su actual situación.
“La intención de esta casa es que estamos creando una fundación para dejarla para la humanidad, para Chile”, explicó, dejando en claro que su objetivo no es vender la propiedad, sino convertirla en un legado cultural.
Una lucha que comparte con otros adultos mayores
La escritora sabe que su caso no es aislado. Según denuncia, hay numerosos adultos mayores que enfrentan embargos o viven con el temor de perder sus hogares por no poder cumplir con estos pagos.
Aun así, mantiene la esperanza de que su situación pueda revertirse: “Yo no tengo ningún motivo para esta situación tan injusta, tan rara. Se piensa que haciendo mucho ruido tiene que anularse”, afirmó con optimismo.
