VIDEO | “Se puede concentrar”: El insólito momento que protagonizó Franco Parisi en pleno debate Enade

Franco Parisi protagonizó un insólito momento en el debate Enade tras responder una videollamada en pleno inicio del evento.

Parisi

El inicio del debate Enade no pasó inadvertido, y todo gracias a un inesperado protagonista: Franco Parisi. El economista sorprendió a los presentes cuando, mientras el periodista Juan Manuel Astorga explicaba la dinámica del encuentro, decidió girarse y responder una videollamada frente a todo el público.

Un momento que desató risas y desconcierto

El hecho ocurrió justo cuando los candidatos presidenciales se preparaban para comenzar sus exposiciones. En ese instante, Parisi tomó su teléfono y comenzó a hablar, dando la espalda al resto del escenario. La escena generó confusión hasta que el moderador interrumpió para llamarle la atención.

Lejos de incomodarse, el líder del Partido de la Gente se rió junto con la audiencia, guardó su celular y retomó la compostura, mientras el público estallaba en carcajadas por lo ocurrido.

Parisi explicó su reacción en pleno debate

Minutos después, cuando llegó su turno de intervenir —tras las exposiciones de Jeannette Jara y Evelyn Matthei—, Parisi aprovechó la oportunidad para aclarar el curioso episodio.

Con una sonrisa, el académico explicó que su actitud no había sido una falta de respeto, sino una respuesta a una llamada familiar urgente. Según relató, “se vio en la obligación de responder un llamado de su hijo, quien supuestamente tenía un problema matemático que resolver”.

Reacciones divididas en redes sociales

Como era de esperarse, las redes no tardaron en reaccionar. Algunos usuarios celebraron el gesto de “padre preocupado”, mientras otros ironizaron sobre la excusa, sugiriendo que se trataba de una estrategia para limpiar su imagen tras las críticas que lo han catalogado como “papito corazón”.

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El momento, entre risas y polémica, convirtió a Parisi en uno de los protagonistas más comentados del debate, recordando que, en política, a veces los gestos imprevistos hablan más que los discursos.