La embajadora de Chile en Nueva Zelanda, Manahi Pakarati, quedó en el centro de la polémica luego de publicar en sus redes sociales una imagen en apoyo a la “autodeterminación de Rapa Nui”, lo que generó una ola de críticas desde distintos sectores del Congreso.

El mensaje, que incluía también su traducción al inglés, fue rápidamente interpretado como una señal política sensible, considerando el rol diplomático que ejerce en representación del Estado chileno.

Publicación generó críticas inmediatas en el Congreso

Las reacciones no tardaron en llegar. Desde la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, parlamentarios manifestaron su molestia y exigieron explicaciones por lo que consideraron una acción impropia de una autoridad diplomática.

Uno de los más duros fue el diputado Christian Moreira (UDI), quien calificó el hecho como inaceptable.
“Esta es una publicación inaceptable y una demostración más de los gustitos que se dio el Presidente Boric al nombrar a sus amigos y personas con poca experiencia en política internacional en embajadas de todo el mundo”, sostuvo.

El parlamentario fue más allá y agregó: “A la embajadora parece que se le olvidó que Chile es un país unitario e indivisible, tal como lo establece nuestra Constitución Política, y que el octubrismo intentó modificar en los fallidos procesos constituyentes”.

Críticas también desde el oficialismo

Las objeciones no provinieron solo desde la oposición. El diputado Raúl Soto (PPD) también cuestionó duramente la publicación, calificándola como “totalmente inadecuada”.

“No corresponde que una diplomática esté realizando o compartiendo opiniones políticas tan disruptivas, ni siquiera a título personal”, afirmó.

En esa línea, añadió que “ella tiene un cargo donde representa al país, por lo tanto, no compartimos este tipo de actos”, marcando distancia desde el oficialismo.

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Cancillería intervino y hubo llamado de atención

Tras el revuelo generado, La Tercera se contactó con la Cancillería de Chile, desde donde confirmaron que se tomaron medidas frente a lo ocurrido.

“El 24 de diciembre se tomó conocimiento de la foto publicada, ese mismo día fue reprendida. Ella se excusó, reconoció el error y sacó la foto de las redes sociales”, señalaron desde el Ministerio de Relaciones Exteriores.

El episodio dejó en evidencia el impacto que pueden tener las redes sociales en el ámbito diplomático y reabrió el debate sobre los límites del uso de plataformas personales por parte de autoridades que representan oficialmente al país.