El gobierno de Pakistán promulgó una ley que permite la castración química a los violadores, además de un registro nacional de agresores sexuales. La nueva normativa tiene como fin acelerar los juicios sobre casos de violación y demás abusos sexuales, contra mujeres y menores de edad.
A pesar que el documento debe tener la luz verde del Parlamento, la nueva ley entró en vigencia de forma inmediata. Esto significa que los tribunales ya están en la facultad de juzgar los casos de violación y abusos sexuales, en un periodo límite de cuatro meses.
Según reseña T13, la presidencia del país asiático detalló además la inclusión de una cláusula sobre la castración química. Esta intervención se realizará en “delincuentes sexuales para quienes cometan su primer delito, así como de los reincidentes”.
Ahora bien, el juez tendrá la potestad final de ordenar esta medida al final de cada investigación por delitos sexuales.
Destacar que Pakistan es una nación musulmana conservadora, donde rige un código patriarcal que fomenta la opresión de las mujeres. Muchas víctimas de delitos sexuales tienen miedo a denunciar por posibles represalias, y cuando lo hacen, las investigaciones se realizan sin el debido proceso.
Rechazo a la ley: piden reformas profundas en Pakistán
Este texto surgió luego de un caso de violación a una madre, realizada por una banda de criminales. Los hijos de la mujer tuvieron que presenciar el delito, mientras ocurría al lado de una carretera.
El suceso causó gran indignación en todo el país, por lo que el presidente pakistaní, Arif Alvi, promulgó la legislación este 15 de diciembre.
La repulsión aumento cuando uno de los involucrados (oficial de policía), trató de culpar a la víctima, al alegar que conducía por la vía en la noche sin estar acompañada por un hombre.
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De acuerdo a los datos oficiales, al menos 11 violaciones suceden todos los días. Sin embargo, el gobierno admite que el número real es mucho mayor.
Varios organismos nacionales expertos en derechos han rechazado la nueva ley, diciendo que los castigos por sí solos no funcionarían sin aportar mejoras a los sistemas de enjuiciamiento y justicia.
“Es una solución demasiado simplificada para un problema que es muy complejo y necesita un enfoque holístico”, dijo Rizwan Khan, un abogado de derechos con sede en la capital Islamabad.
“La castración no servirá de nada si no se abordan otras lagunas como el acuerdo extrajudicial con la familia de la víctima y la intimidación para retirar los cargos”, señaló, por su parte, Sadia Bokhari de Humns Right Comission of Pakistán (HRCP).
