"Se nos partió el alma y el espíritu": mujeres afganas relatan la situación tras la llegada de los talibanes al poder - Central Noticia

“Se nos partió el alma y el espíritu”: mujeres afganas relatan la situación tras la llegada de los talibanes al poder

“Es una pesadilla para las mujeres que han estudiado, que piensan en un mañana mejor para ellas y las generaciones futuras”, expresó

Aisha Khurram, una mujer  afgana de 22 años, contó como fue la primera noche bajo el régimen de los talibanes y aseguró que entre el ruido de las balas y el de los aviones que evacúan a los extranjeros del aeropuerto de Kabul, no logró ni dormir.

En entrevista concedida la mañana de este lunes a la AFP, la mujer, quien representa a la juventud afgana ante la ONU, expresó: “para toda la nación, ver cómo todo se hundía en un instante, fue el fin del mundo”.

Refiere que el domingo por la mañana, ella y sus compañeros no pudieron volver entrar en el campus y su futuro es más que nunca incierto.

“El mundo y los dirigentes afganos abandonaron a la juventud del país de la forma más cruel que podamos imaginar”, extrae La Tercera de la entrevista.

“Es una pesadilla para las mujeres que han estudiado, que piensan en un mañana mejor para ellas y las generaciones futuras”, complementó.

Entre los años 1996 y 2001, los talibanes en el gobierno impusieron una visión ultraortodoxa de la ley islámica que impedía a las mujeres estudiar o trabajar, salir de casa si no era acompañadas de un miembro masculino de su familia y les obligaba a llevar el burka (velo integral) en público.

Entre las flagelaciones y ejecuciones, incluso la lapidación por adulterio, eran prácticas habituales en las plazas y estadios de las ciudades.

Sin embargo, recoge el citado medio, la situación, sobre todo en las zonas rurales, no mejoró sustancialmente para las mujeres con la marcha de los talibanes en 2001.

Desconfianza de promesas

Los talibanes han señalado ya en varias ocasiones que respetarían los derechos humanos si regresaban al poder en Afganistán, enfatizando en los derechos de las mujeres, pero de acuerdo a los “valores islámicos”.

Pese a estas promesas, las afganas desconfían de ello sobre todo aquellas que durante dos décadas pudieron ir a la universidad, ocuparon cargos de responsabilidad, sobre todo en política, en el periodismo e, incluso, en el poder judicial y las fuerzas de seguridad.

En las últimas 24 horas, mujeres muy conocidas en Kabul expresaron en las redes sociales su tristeza al ver su país y toda su vida destrozadas a manos de los talibanes.

“Empecé el día mirando las calles vacías de Kabul, horrorizada”, escribe Fawzia Koofi, militante por los derechos humanos y antigua vicepresidenta del Parlamento afgano.

“La historia se repite tan rápido”, complementó.

El pasado sábado, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, señalaba estar “horrorizado” por “ver cómo desaparecen los derechos tan duramente conquistados por las niñas y mujeres de Afganistán”.

Por su parte, Sahraa Karimi, una de las directoras de cine afganas más famosas, dijo que no tenía la intención de dejar Afganistán.

“No abandonaré mi país”, expresó limpiándose las lágrimas en un vídeo publicado en Twitter.

“Muchos igual piensan que es una locura. Pero locura es lo que hacen los que abusaron de nuestra patria (…). Y la estupidez es lo que el mundo mostró al darnos la espalda”, concluyó.

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