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“Es como si tuviera vida propia”: detectan comportamiento imposible en el cometa 3I/ATLAS y científicos no logran ponerse de acuerdo

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publicado: 27.10.2025
3I_ATLAS

El misterioso cometa 3I/ATLAS continúa desconcertando a la comunidad científica por su extraña cola orientada hacia el Sol.

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El visitante cósmico 3I/ATLAS continúa despertando el asombro de los astrónomos por su inusual comportamiento y sus constantes transformaciones, que podrían ofrecer nuevas claves sobre los materiales más antiguos del universo.

Descubierto el 1 de julio de 2025 por el Sistema de Alerta de Impactos Terrestres de Asteroides (ATLAS), este objeto se ha convertido en el tercer visitante interestelar que atraviesa nuestro sistema solar, después de ’Oumuamua y 2I/Borisov. Sin embargo, se distingue por su tamaño: alcanza entre 5 y 11 kilómetros de diámetro, lo que lo convierte en el más grande detectado hasta ahora, según reportó Live Science.

Una anticola que desafía lo esperado

Uno de los fenómenos más sorprendentes del 3I/ATLAS es su anticola, una estructura que parece apuntar hacia el Sol, en dirección contraria a lo que debería ocurrir con cualquier cometa.

De acuerdo con Live Science, la cola de un cometa normalmente se forma cuando la radiación solar calienta su superficie, haciendo que gases y polvo se desprendan y sean empujados en sentido opuesto a la estrella. Pero durante julio y agosto, el cometa presentó una estructura que desafiaba esta lógica.

Aunque en ocasiones este tipo de imagen puede deberse a un efecto óptico, la Agencia Espacial Europea (ESA) sostiene que en este caso la orientación parece ser real. Los investigadores Avi Loeb y Eric Keto explicaron en un estudio preliminar de septiembre que esta “anticola verdadera” no respondería a un simple efecto de perspectiva terrestre.

Debate entre los astrónomos

Sin embargo, no todos los expertos coinciden. El astrónomo Jason Wright recordó a IFL Science que “ya se han observado anticolas similares desde al menos 1974, como en el caso del cometa Kohoutek”. En esos casos, explicó, los fragmentos más grandes liberados del núcleo no reaccionan de inmediato al viento solar, extendiéndose tanto delante como detrás de la órbita.

De una cola invertida a una convencional

Durante septiembre, el cometa experimentó una transformación que dejó atónitos a los astrónomos: su anticola se convirtió en una cola tradicional orientada en sentido opuesto al Sol.

El cambio fue documentado en un estudio reciente de David Jewitt y Jane Luu, quienes observaron cómo el objeto pasó de proyectar una corriente de polvo hacia la estrella a mostrar una forma más común, dirigida hacia el espacio exterior.

Datos obtenidos por el telescopio espacial James Webb revelan que el dióxido de carbono podría ser el motor principal de esta actividad, generando chorros de gas y polvo que varían según su tamaño y velocidad de expulsión.

El Telescopio Gemelo del Teide, en una observación del 2 de agosto, captó un enorme chorro de polvo con forma de abanico apuntando hacia el Sol. El astrofísico Miquel Serra-Ricart explicó a Live Science que esto “es lo habitual: los chorros suelen mirar al Sol y la cola, en sentido contrario”, fenómeno observado también en el cometa NEOWISE en 2020.

La pérdida de masa rumbo al Sol

A medida que el 3I/ATLAS se aproxima a su perihelio —el punto más cercano al Sol, previsto para el 29 de octubre—, los científicos calculan que ya ha perdido alrededor de 2 millones de toneladas de masa entre julio y octubre. Pese a parecer una cifra enorme, representa apenas un 0,00005 % de su masa total, estimada en más de 33 mil millones de toneladas, según las estimaciones de Loeb y su equipo.

¿Cometa natural o tecnología alienígena?

Como era de esperar, el debate sobre el origen del 3I/ATLAS también ha llegado al terreno de la especulación. El astrofísico Avi Loeb, conocido por sus teorías poco convencionales, sugirió que si la anticola actuara como una forma de propulsión, el cambio observado podría tratarse de una tecnosignatura, es decir, una evidencia de maniobra controlada por una nave.

Su colega Adam Hibberd fue más allá, al señalar que esta conducta podría ser una estrategia para entrar en una órbita heliocéntrica entre Marte y Júpiter.

Pese a estas hipótesis, la mayoría de los astrónomos mantiene una postura más conservadora. Al igual que ocurrió con ’Oumuamua, aseguran que 3I/ATLAS es un cometa natural, formado por materiales primitivos expulsados de otro sistema estelar.

Nuevas observaciones en camino

Las próximas semanas serán clave. Se espera que, cuando el cometa reaparezca en noviembre y se acerque a la Tierra en diciembre, los telescopios de todo el mundo vuelvan a enfocarse en él. Las imágenes tomadas desde Marte por la cámara HiRISE, el pasado 2 de octubre, aún no publicadas, podrían ayudar a resolver los misterios de este visitante del espacio profundo.

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Así, el 3I/ATLAS continúa su viaje dejando tras de sí una mezcla de asombro, misterio y una larga lista de preguntas sobre los secretos que aún guarda el universo.

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