Extraño fenómeno en Chernóbil: descubren animales con pelaje azul que intrigan a los expertos
Perros con pelaje azul fueron vistos en la zona de exclusión de Chernóbil, generando teorías sobre su extraño color.
Un curioso hallazgo en la zona de exclusión de Chernóbil llamó la atención de expertos y voluntarios. Durante una jornada de vacunación y esterilización, miembros de la organización Dogs of Chernóbil captaron imágenes de varios perros con un inusual pelaje azul, lo que despertó interrogantes sobre las condiciones ambientales del lugar.
Descendientes de los animales que fueron abandonados en 1986
Estas manadas descienden de los perros domésticos que quedaron atrás tras la evacuación masiva ocurrida después del accidente nuclear de 1986. Desde entonces, la zona, libre de presencia humana, se ha convertido en el hogar de cientos de canes que sobreviven gracias a los recursos naturales y la ayuda de voluntarios.
Las fotografías, que muestran al menos tres ejemplares con una tonalidad azulada en su pelaje, generaron preocupación sobre una posible exposición a sustancias peligrosas aún presentes en el entorno.
Posibles causas del color azul en los perros
Especialistas han planteado que la particular pigmentación podría deberse a la exposición a desechos industriales o químicos abandonados hace décadas cerca de la antigua planta nuclear.
De acuerdo con los primeros análisis, es posible que algunos animales hayan entrado en contacto con residuos contaminantes que permanecen en el área, provocando una alteración visible en su coloración.
Esta hipótesis refuerza la idea de que, pese a los esfuerzos por descontaminar la zona, todavía existirían depósitos o restos de materiales industriales que afectan al ecosistema.
Estado de salud y resistencia de los perros de Chernóbil
A pesar de la apariencia inusual, los especialistas que examinaron a los “perros azules” aseguraron que los animales parecen estar en buenas condiciones de salud.
Esta observación coincide con estudios realizados en 2024, los cuales determinaron que muchos de los canes que viven en los alrededores de la central poseen una sorprendente inmunidad a la radiación y a los metales pesados.
El fenómeno continúa siendo objeto de investigación científica, ya que estos animales representan un ejemplo único de adaptación en un entorno afectado por uno de los desastres nucleares más graves de la historia.
