Alarmante panorama en Argentina: vacunación bajó el 50% y ya se registran brotes de sarampión
Caen alarmantemente las vacunas en Argentina y reaparecen enfermedades que se creían controladas. Una alerta sanitaria remeció al país ¿qué está pasando?
Argentina atraviesa una crisis sanitaria silenciosa pero profunda: la caída de la vacunación infantil y adolescente llegó a niveles inferiores al 50%, un retroceso impensado en un país que hace una década superaba con holgura el 90% de cobertura.
Este escenario encendió las alarmas de especialistas y autoridades, ya que la baja en la inmunización compromete la protección comunitaria y abre la puerta al regreso de enfermedades que se consideraban controladas. La situación ya tiene consecuencias: en la última semana se activó una alerta por contagios de sarampión.
Una caída que preocupa: pediatras advierten un “escenario frágil”
La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) tomó los datos oficiales del Ministerio de Salud y de su Observatorio de la Infancia y Adolescencia para advertir su “profunda preocupación” frente a un panorama que consideran crítico.
“Se constata un descenso sostenido y generalizado en la administración de vacunas fundamentales del Calendario Nacional de Vacunación (CNV)”, señalaron desde el organismo. Los pediatras agregaron que “las bajas coberturas de vacunas esenciales ponen en riesgo la protección comunitaria y favorecen la reemergencia de enfermedades eliminadas”.
El retroceso no es solo un dato numérico: impacta directamente en la inmunidad colectiva, que es clave para evitar brotes en niños, adultos y personas de riesgo.
Qué pide la SAP: urgencia por recuperar el sistema de vacunación
Ante este escenario, la entidad exigió medidas inmediatas para reforzar las coberturas, entre ellas:
-
Búsqueda activa de niños, embarazadas y adolescentes con esquemas incompletos.
-
Campañas de vacunación en escuelas.
-
Capacitación continua para equipos de salud.
-
Acciones masivas de comunicación para combatir la desinformación en torno a las vacunas.
La SAP también recordó que todas las vacunas mencionadas son gratuitas, obligatorias y están disponibles en cualquier centro de salud pública.
Triple viral, polio y bacteriana: las vacunas que más se desplomaron
Los números muestran una crisis profunda. En 2024, ninguna vacuna alcanzó el 95% recomendado para asegurar la inmunidad colectiva.
Estos son algunos de los datos más alarmantes:
-
Triple viral (sarampión, rubéola y paperas): de un promedio de 90% en 2015-2019 cayó a 46,7%.
-
Refuerzo contra la polio: bajó del 88% al 47%.
-
Triple bacteriana celular: descendió del 88% a 46%.
-
Difteria, tétanos y tos ferina (adultos): cayó del 93% al 46,4%, un dato especialmente sensible por el riesgo de brotes.
-
Vacuna contra el VPH en adolescentes: 55% de cobertura en mujeres y 51% en varones.
-
dTpa a los 11 años: retrocedió del 82% al 54%.
-
Fiebre amarilla (zonas del norte): desplome del 60,3% al 30,3%.
Para infectólogos, estas cifras son un reflejo directo de un país en “vulnerabilidad sanitaria”.
Brotes de sarampión y coqueluche: las consecuencias ya están a la vista
La crisis ya muestra efectos concretos. Argentina registró 35 casos confirmados de sarampión, en sintonía con la advertencia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que alertó la pérdida del estatus de región libre de transmisión endémica en América.
En paralelo, el Ministerio de Salud emitió una alerta por un posible brote vinculado a pasajeros de un bus que recorrió Retiro–Federación.
Los síntomas a los que se pidió prestar atención fueron:
-
Tos
-
Secreción nasal
-
Manchas rojas en la piel
-
Fiebre
-
Conjuntivitis
Además, el país enfrenta un brote de coqueluche (tos convulsa) con 516 casos y cinco fallecidos solo en la provincia de Buenos Aires.
Tuberculosis en aumento: otra señal del deterioro sanitario
A la lista se suma un dato preocupante: los casos de tuberculosis crecieron un 65% en cinco años, alcanzando 13.794 contagios en 2024.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había advertido sobre la reaparición global de enfermedades como el sarampión y la tos convulsa, que se asociaban a países con baja vacunación. Ahora, Argentina quedó dentro de ese mapa mundial, un fenómeno agravado por el avance de los discursos antivacunas tras la pandemia.