En Letonia crece el fenómeno de los “maridos por una hora”: mujeres profesionales contratan hombres para tareas del hogar ante la falta de parejas disponibles
Letonia está viviendo un fenómeno social que ha llamado la atención internacional: la creciente contratación de “maridos por una hora”, un servicio en el que mujeres, principalmente solteras y profesionales jóvenes, pagan a un hombre para que realice labores domésticas, repare emergencias en el hogar o incluso las acompañe en actividades cotidianas.
Lo que podría parecer una simple tendencia de consumo es, en realidad, el reflejo de un profundo cambio demográfico y relacional que atraviesa este país europeo, según detalló una investigación de The Sun.
Un mercado en alza marcado por la falta de hombres
El auge de estos servicios está estrechamente ligado a un fuerte desequilibrio entre la cantidad de hombres y mujeres en Letonia. Las cifras oficiales muestran que el país tiene una de las brechas de género más amplias de Europa, con una población femenina que supera en más de un 15% a la masculina.
La diferencia se vuelve aún más notoria entre los 30 y 40 años, donde la mortalidad masculina se triplica en comparación con la femenina. El resultado es claro: muchas mujeres simplemente no encuentran pareja dentro de sus propios círculos sociales.
En ese escenario, la soltería prolongada se ha vuelto común, especialmente entre mujeres con estudios superiores y carreras consolidadas, que ven cómo se estrecha el margen para encontrar una relación estable.
Plataformas y “hombres de manos de oro”
En medio de este contexto, han surgido empresas especializadas que han sabido capitalizar la demanda. Un ejemplo es la plataforma letona Komanda24, que ofrece trabajadores promocionados como “hombres de manos de oro”, capaces de reparar una fuga, instalar un televisor, armar muebles o solucionar problemas domésticos en poco tiempo.
Con tarifas consideradas accesibles y reservas que se realizan por teléfono o internet, estos “maridos por una hora” pueden llegar a la puerta de la clienta en menos de 60 minutos. La demanda se ha disparado en ciudades como Riga y Liepāja, donde el servicio ya forma parte del día a día de muchas mujeres.
Mujeres exitosas, pero fuera del mercado sentimental
De acuerdo con escritoras y analistas locales, este tipo de servicios se ha vuelto especialmente popular entre mujeres con alto nivel educativo y estabilidad profesional. Muchas de ellas tienen dificultades para encontrar una pareja que comparta sus aspiraciones, estilo de vida o expectativas de futuro.
La escritora letona Dace Ruksane, reconocida por su mirada crítica sobre las relaciones modernas, asegura que “las mujeres más exitosas suelen quedar fuera del mercado sentimental”, mientras que, según su visión, muchos hombres no sienten presión por cambiar o mejorar debido a la amplia oferta femenina.
Sus planteamientos, compartidos por sociólogos y expertos en demografía, han abierto un debate sobre el rumbo que podrían tomar las relaciones afectivas en Letonia en los próximos años.
Emigración, soledad y trabajos feminizados
Al desequilibrio interno se suma otro factor clave: la emigración. Muchas mujeres dejan el país en busca de mejores oportunidades laborales y también afectivas, lo que reduce aún más las posibilidades de conocer potenciales parejas en territorio letón.
Quienes se quedan describen entornos laborales altamente feminizados, donde el contacto diario con hombres es mínimo. En algunos sectores, trabajadoras jóvenes señalan que hasta el 98% del personal son mujeres, lo que acota aún más las oportunidades de interacción fuera de aplicaciones de citas o espacios virtuales.
Alta mortalidad masculina y un impacto silencioso
Analistas atribuyen el desfase demográfico a varios factores que afectan principalmente a los hombres mayores de 30 años: problemas de salud, consumo excesivo de alcohol y una elevada tasa de suicidios.
Este conjunto de elementos ha configurado un escenario complejo: menos hombres disponibles, más mujeres solas y una sensación creciente de que formar pareja es, en muchos casos, una tarea casi imposible.
¿Solución práctica o síntoma de una crisis mayor?
Para algunas mujeres, contratar un “marido por una hora” es simplemente una solución funcional: alguien que puede cambiar un enchufe, montar una repisa o hacerse cargo de tareas pesadas que no quieren o no pueden abordar solas.
Para otras, este fenómeno es la manifestación de algo más profundo: la forma en que Letonia está enfrentando —sin resolver aún— una crisis demográfica y afectiva que impacta en la vida cotidiana, en las expectativas de pareja y en la idea misma de familia.
Mientras tanto, el curioso servicio no deja de expandirse y se consolida como una postal de los tiempos modernos: un país donde abundan las mujeres profesionales, faltan hombres disponibles y la figura del “marido por una hora” se instala como respuesta pragmática a una vida en solitario.