Luego de ser detenido por agresión a la autoridad mientras fiscalizaban en medio del toque de queda en Los Ángeles, Cesar Lagos declaró no se pastor evangélico y estará arrepentido de cómo actuó, quedando el hecho registrado en video y virilizado en redes sociales.
“Yo no soy pastor, soy conductor de transportes y cuando tengo tiempo manejo un colectivo”, aclaró Lagos.
Dijo que la reunión fiscalizada “era un culto, pero era familiar: estaba en casa con mi esposa, mis tres hijas, mi yerno, unos familiares y dos niños. No éramos más de diez”.
Asegura que reunieron a las “ocho de la noche. Cantamos alabanzas al Señor y rogamos por los enfermos (…) A las 10 de la noche llegó personal de la seremi de Salud con militares. Querían entrar a mi casa, pero no los dejé porque no tenían una orden. Luego salí a guardar mi auto y comenzaron los problemas”.
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Luego, “el jefe de la patrulla militar me trató de forma inadecuada: me levantó la voz y no quiso identificarse. Como fueron prepotentes, los ánimos comenzaron a calentarse. Yo vi a las niñas de mis parientes llorando y les pedí que se fueran en su auto, pero el militar se interpuso”.
Arrepentido
Afirmó que atacó al funcionario “porque vi que tenía a mi yerno. Entre ambos forcejeamos y bueno, él se cayó. Pero yo no le pegué en el suelo, qué Dios me tiré un rayo si le pegué”.
Lagos aseguró, arrepentido, que tirarse al suelo “fue un error torpe. Lo hice para que la camioneta parara y no siguiera al auto blanco”.
Dijo no ser actor, “no es mi profesión. Si fuera actor lo habría hecho mejor y nadie se hubiese dado cuenta”.
Concluyó: “antes de descubrir a Dios yo venía de un mundo cruel y puede decirse que era bueno para los combos”.
