«Nunca pude entender bien cómo se dieron las cosas con la Paty. Ella es parte fundamental de la historia del programa, no puedo negar eso, es una mujer muy talentosa, una mujer que sabe mucho de espectáculos, eso lo hace muy bien».
Esas fueron las palabras del animador de Mucho Gusto, José Antonio Neme, quien se sinceró sin filtro en una conversación con el programa La Hora Mediática, sobre la salida de pantalla de Patricia Maldonado.
«Tengo mis dudas sobre si Chile cambió y no quiere ver a Paty Maldonado y quiere otras cosas. No sé. Yo creo que hay gente que grita mucho y pareciera que fueran la mayoría, pero es gente muy estridente nomás», reflexionó.
Neme declaró, según publica La Cuarta, que él nunca vio a Patricia Maldonado usar el espacio del matinal para hablar de política, negar violaciones a derechos humanos, ni para defender a Augusto Pinochet.
Igualmente, destacó que «ella tenía un perfil distinto, se relacionaba con gente de la tercera edad, siempre sus análisis iban en esa línea, siempre entraba al juego, le gustaba el espectáculo, cantaba, en fin».
«Al final estaban todos golpeados»
Del mismo modo, se refirió a cómo afectó el estallido a la industria de la televisión, dijo que «me parece que ahí se generó a una especie de tormenta perfecta, entre el estallido social, algo de desorientación editorial, confusión. No solo en Mega, en todos los canales, en mayor o menor medida tuvieron dificultad para leer el fenómeno, algunos lo hicieron menos mal que otros, pero al final estaban todos golpeados, no sabían cómo entenderlo».
«¿Qué era esto? ¿Pillaje, manifestación, revolución, reivindicación, narcotráfico, anarquía, o todo al mismo tiempo? Yo creo que esa suerte de tsunami editorial arrasó con figuras televisivas, ejecutivos, directores, contenidos, en fin, y Patricia Maldonado es una víctima de eso», aseguró Neme.
Por último, el periodista dijo que «yo no comparto para nada las ideas de Patricia Maldonado en términos políticos y ella lo sabe, pero le permito que exista, que hable y que diga lo que piensa, pero con respeto. No le vamos a poner una cinta en la boca, ¿qué es eso?», concluyó.
