“Le tenían mala”: hija de concejala de Villa Alegre contó temores que su madre tenía antes de desaparecer
Hija de concejala desaparecida en Villa Alegre expresa su desesperación por la falta de avances y errores en la investigación oficial.
Han pasado más de 26 días desde que María Ignacia González Torres, concejala de Villa Alegre, desapareció sin dejar rastro. Su hija, Javiera, rompió el silencio en una entrevista exclusiva con Radio ADN, mostrando su angustia ante la falta de respuestas por parte de las autoridades.
“Es desesperanzador ver cómo funciona la justicia”
Durante la conversación, Javiera relató que una reciente reunión con el Ministerio Público no alivió sus preocupaciones. “La verdad, quedamos muy insatisfechas con la entrega de información. Nos encontramos con que anteriormente se nos había entregado información errónea. No hay absolutamente nada. Es súper desesperanzador ver cómo esta justicia funciona tan mal”, expresó, visiblemente afectada.
Cámaras fuera de servicio y autogestión en la búsqueda
Un problema en la comuna
Uno de los temas que más indignación le causa es el estado de las cámaras de seguridad de Villa Alegre. Aunque pudo observar parte del recorrido del vehículo de su madre, Javiera descubrió que muchas cámaras no están operativas.
“Hace unos días, me enteré que no todas las cámaras están operativas. Luego, a través de una funcionaria municipal, me envían el número de un caballero para que lo contacte, y la verdad no entiendo si esperan que yo haga el trabajo que le corresponde a la PDI. Esto es vergonzoso”, afirmó con firmeza.
Temores previos de la concejala
Javiera también reveló que su madre había compartido temores en los meses previos a su desaparición. “Ella venía pensando que su teléfono estaba intervenido. Estaba bajoneada por varias cosas, por cómo se estaban dando las cosas en su trabajo”, contó.
Sospechas sin nombre
La hija añadió: “Ella sentía que había gente que le tenía mala, que quería que su trabajo no se realizara. Lo sentía, y a mí nunca me dio un nombre de alguien en particular, pero sí lo sentía”.
En medio del dolor, Javiera reflexionó: “Lamento mucho no haberme tomado en serio esas preocupaciones. Una nunca va a pensar que alguien va a querer hacerle daño a una persona buena, y ahora es terrible ver que esto pueda haber pasado”.
El caso sigue siendo investigado por la PDI, mientras la familia clama por respuestas concretas y el país observa con atención.