Periodista Carlos Pinto reveló errores del fiscal Ortiz en el caso Tomás: "Ignoró la situación de las policías" - Central Noticia

Periodista Carlos Pinto reveló errores del fiscal Ortiz en el caso Tomás: “Ignoró la situación de las policías”

La fiscal regional del Biobío, Marcela Cartagena, aclaró que «él (Ortiz) no ha intervenido desde que yo me hice cargo de la investigación»

Luego de develarse que el fiscal jefe de Arauco, José Ortiz, gestionó órdenes de detención contra la familia de Tomás Bravo, en el año 2019, la familia del menor solicitó su remoción del caso.

Tras este pedido, la fiscal regional del Biobío, Marcela Cartagena, aclaró que «él no ha intervenido desde que yo me hice cargo de la investigación».

Bajo este panorama, el diario La Cuarta trae las declaraciones del periodista de ‘Mea Culpa’, Carlos Pinto, sobre un antiguo error del fiscal Ortiz.

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«Nos encontramos con un caso que, dada las particularidades que tiene, causó mucha conmoción», expresó el 5 de marzo en el denominado caso del «Chacal de Curanilahue».

Sobre su visita a la localidad rural de Caripilún, Pinto dijo que: “yo conocí el lugar, hay una casa cada 100 metros y la otra está a un kilómetro, es un camino pavimentado, pero de acceso rural. En definitiva, habita muy poca gente”.

«Cuando yo lo escuché hablar a José Ortiz yo creo que él empieza a obrar bien», agregó sobre quien lideró la investigación durante las primeras semanas.

«En el sentido de que trata de ir manteniendo informada a la opinión pública y ese es un antídoto muy eficaz para aplacar los rumores, que son siempre tan perversos y dañinos», agrega.

«Él se encontró informando y entendió que cada vez que hablaba había avance. Y cuando ya tuvo esto encima, él dijo ‘lo cerramos’. Yo creo que ahí estuvo el apetito de decir ‘ok, cerramos esto porque ya no hay por dónde’. Y claro, todo pensamos (que el responsable era) ‘el tío abuelo’. Bueno, si él no hubiese entregado esa información, todo sería mucho más tranquilo y serio. Él debió haber esperado la confirmación de todo eso y recién ahí darlo como sospechoso. Fue prematuro y lo prematuro atenta contra lo científico, contra la verdad», sostuvo el rostro de ‘Mea Culpa’.

Historial del persecutor

Continua su argumentación y se refiere al historial del persecutor: «hace 16 años, le corresponde llevar el caso de Curanilahue, que es la historia de un campesino que tiene dos hijas y que vive en la casa su hermano, con su cuñada. Se da cuenta un día que, al llegar a casa, la cuñada le dice que su hija se cayó a una acequia y que hay que sacarla. La sacaron, esta chica estaba moribunda; lograron salvarla. Él fue a su trabajo como obrero. Cuando estaba trabajando, la cuñada le informa que hay un problema, que llevaron a la chica a emergencia y habría llegado muerta».

“Es exactamente lo que pasó con el tío abuelo de Tomás”

«Ponen a un fiscal y coincidentemente es José Ortiz, mucho más joven, a lo mejor inexperto y con afán de gloria. Toma este caso y hace eco de un análisis realizado por el médico que toma a esta chica cuando llega, y dice que, al parecer, había sido estrangulada y había sufrido un abuso sexual. Él (Ortiz) determina rápidamente que el padre lo había violado. Lo consigna como virtual sospechoso y lo mete a la cárcel. Es exactamente lo que pasó con el tío abuelo de Tomás», afirma.

«En esa ocasión, el caso resuelto -también en forma exprés- le dio los méritos al entonces fiscal del caso Curanilahue. Denominan a este obrero como «El Chacal de Curanilahue» y comienza un verdadero cadalso para él porque tiene que vivir en prisión, sin poder decir nada, porque él es un imputado que está siendo investigado con privación de libertad. Pasaron cuatro meses y los exámenes del SML determinan que no hubo señales de violación. En definitiva, la justicia no tiene más que reconocer el error».

«Para ser fiscal hay que tener una calma, frialdad, cautela. Para asegurarse que todas las piezas calcen. No sé si yo pueda tener un cargo como ese, porque uno también tiene lo que tiene un ser humano: ganas de demostrar que sabe, ganas de demostrar que es más otros, en fin… pero eso se obtiene con resultados, no con presunciones. Las presunciones no pueden estar a cargo de un fiscal cuyo diagnóstico, de cualquier crimen, causa o caso, tiene que ser muy preciso. Él está a cargo de la investigación, guía a la policía y tiene que tener la paciencia para escuchar todas las voces de quienes lo están secundando».

«Me consta que él ignoró muchas veces la situación de las policías, porque ‘era obvio’. ‘Si algo le pasó a este chico y todos los exámenes indican que sí, entonces qué más vamos a esperar’. ‘Cerrémoslo’. Y ahí comienza todo un drama, terrible, porque lo encierran (al tío abuelo)», añade.

Finalmente, Pinto asegura que la Fiscalía «no sabe quién es (el responsable del crimen). Y habría sido distinto, o más serio, decir ante la opinión pública no saber quién es. Aunque se hayan demorado, porque ni el fiscal ni la policía pueden hacer milagros. Pero lo que sí perjudica son los apetitos personales de decir ‘lo tengo y apuesto todo que es él y me la juego’. Se la jugó. Y aquí es donde aparece la historia; los cuerpos hablan, pero las historias de las personas también hablan».

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