Beatriz afirmó que «las pruebas no mienten, las personas sí».
Este miércoles, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua leyeron el veredicto en contra Ulises Labrin y una adolescente de 16 años, imputados por el asesinato de Tomás Acevedo.
Beatriz Olea, madre del joven scout asesinado, dijo que ha sido un proceso «largo, intenso, gráfico, doloroso. Quiero dar las gracias al fiscal y a mi abogado por todo lo que hicieron para comprobar la culpabilidad de estas personas».
En cuanto a la premeditación que comprobó en la investigación, la mujer sostuvo que «es algo que conocíamos de hace mucho tiempo. Nosotros siempre supimos que ella fue la participe. Ella me dio el pésame, conversó conmigo y se comportó como una doliente más. Eso habla de lo macabra que fue esta chiquilla».
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Olea explicó que «de ella no me sorprende, porque si ustedes la hubiesen visto en el transcurso del juicio, cómo estaba preocupada del pelo, del cabello, de cómo se veía… y la mente fría, sobre todo, cuando mostraron las imágenes de mi hijo ante el médico legal, para ella fue mirar La Mona Lisa».
Además, indicó que «nosotros siempre creímos que había alguien muy cercana involucrada. Lamentablemente fue una menor de edad. A ella máximo le darán 5 años. Eso duele. No tener justicia».
Beatriz afirmó que «las pruebas no mienten, las personas sí».
Agregó, «Afortunadamente este pueblo es pequeño, todos sabemos el comportamiento de la familia de la menor. Las palabras del caballero no me duelen, porque nunca habló con la verdad», cerró.

