La seremi de Trabajo de la región de O’Higgins, Pamela Medina, anunció este martes la suspensión hasta nuevo aviso del Parque Safari.
Esta medida se toma luego de que una joven trabajadora, Catalina Torres, de 21 años, muriera tras ser atacada por un tigre dentro de las instalaciones de este zoológico.
En consecuencia, la autoridad regional detalló que “luego de realizada una segunda visita al Parque Safari por parte de fiscalizadores de la Inspección del Trabajo, en el marco de la investigación del accidente ocurrido el viernes pasado en el recinto, se tomó la determinación de la suspensión de todo el Parque Safari”.
Del mismo modo, se señaló que dicha suspensión se mantendrá vigente “hasta que no se adopten las medidas de seguridad, que tengan un estándar mínimo de protección, tanto para los trabajadores como para las personas que visitan el recinto”.
“Por lo tanto, esta suspensión tiene el carácter de indefinido hasta que no se de el cumplimiento de dichas medidas y estas puedan ser aprobadas por la Inspección del Trabajo respectiva”, destacó.
Distintas versiones de los hechos
Al respecto, el diario 24Horas recoge distintas versiones de los hechos. Primeramente, publican que la gerencia del establecimiento salió a indicar la supuesta cronología de los hechos.
De este modo, precisan que el gerente de Administración y Finanzas, Antonio Rojas, dijo que el grupo de trabajadores en donde estaba Catalina habrían “abierto” la jaula de tigres que estaba con candado.
No obstante, los trabajadores indican que lo que ocurrió fue que la jaula interior de los tigres habría estado abierta, contrario a lo que indicó el gerente del recinto que afirmó que los trabajadores encargados “únicamente” del aseo y mantención, incluida la víctima, habrían abierto deliberadamente las jaulas cerradas con candado.
Por otro lado, Javier Caro, pareja de Catalina y principal testigo del ataque, contradice lo expuesto por la administración del lugar.
“Esto no fue un accidente, fue una negligencia de la gente del safari. Nosotros hicimos todo el procedimiento como se debía. Yo personalmente avisé por radio y nos dieron el visto bueno. En ningún momento nos advirtieron de que había un tigre suelto”, dijo el pololo de la víctima.
“Yo en el momento pedí ayuda por la radio. No se escuchó a nadie que respondiera. Nosotros tratamos de arreglárnosla, siendo que ni siquiera teníamos algún implemento para defendernos. En la zona que supuestamente es de seguridad no había nada como para defendernos”, agrega el joven.
