La mujer también indicó que su hijo «fue maltratado en la PDI, le pusieron corriente, humillaron a la familia entera. No quisieron llevarlo a constatar lesiones».
Padres del menor imputado por el crimen de la subinspectora Valeria Vivanco, Eugenio y María, rompieron el silencio tras la reconstitución de la escena del asesinato.
Luego de la muerte de la funcionaria fueron detenidos dos jóvenes -de 19 y 17 años- fueron detenidos y formalizados por el homicidio.
El pasado 15 de junio, el 12 Juzgado de Garantía de Santiago decretó la respectiva prisión preventiva e internación La mujer también indicó que su hijo «fue maltratado en la PDI, le pusieron corriente, humillaron a la familia entera. No quisieron llevarlo a constatar lesiones».provisoria para los acusados, quienes podrían quedar en libertad en caso de comprobarse que el disparo mortal haya sido percutado por un policía.
Eugenio explicó que «la familia de él (imputado de 19 años) tiene su abogado, nosotros tenemos nuestro propio abogado. No hemos conversado nada. Cada familia está llevando su caso adelante con su distinto abogado».
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«Nosotros permanecimos en silencio hasta ahora. Nosotros pensamos que ayer le daban la libertad a mi hijo, pero aún no es así, por lo que decidí hablar con los medios de comunicación», agregó.
Además, recalcó que «desde el primer minuto sospeché. Mi hijo me dijo que no tenían pistolas y que los de la PDI mataron a la funcionaria. Lo mismo me dijo todo el rato. Desde el primer minuto me dijo que andaban sin pistolas».
Respecto al trabajo policial, María sostuvo que «la PDI vino a buscar armas que no habían. Primeramente, nos trataron como una basura. A mi hermano lo esposaron. Le pegaron a mi yerno, a mi hermano y habían niños menores de edad. Buscaban la pistola, nos sacaron afuera y nosotros no somos delincuentes. Yo tengo impotencia, si saben quién fue, ¿por qué mi hijo no está en libertad?».
«Ya estoy cansada»
La mujer también indicó que su hijo «fue maltratado en la PDI, le pusieron corriente, humillaron a la familia entera. No quisieron llevarlo a constatar lesiones».
«Cuando yo vi a mi hijo estaba con su cara hinchada, con su boca rota y sangraba. Lo único que me decía era ‘mamá, sácame de aquí porque me están torturando, me están poniendo corriente’. Había un abogado de la corporación y lo único que decía es ‘usted habla puras falacias’. ¿Dónde se ha visto que un abogado habla así?», denunció.
«Quiero que todo esto se acabe, ya estoy cansada. Hay gente que te humilla», lamentó la mujer.