«Hay un asesino suelto»: Caso de Laura Palacios sigue siendo un enigma para los investigadores a dos años de su desaparición - Central Noticia

«Hay un asesino suelto»: Caso de Laura Palacios sigue siendo un enigma para los investigadores a dos años de su desaparición

«Laura llegó del trabajo y estaban mis papás. Por lo general sacaba a pasear al Toto. De hecho, el Toto la esperaba para que lo pudiera sacar. Lo saca, se pone una chaqueta porque hace frío y lo pasea en las cercanías de la casa, que en ese tiempo era un potrero grande»

El hallazgo de cadáver de Laura Palacios en un canal de regadío de la comuna de Puente Alto ha conmocionado al país entero.

Han pasado dos años del fatal desenlace de afecto en gran medida a la familia y aún no han confirmado la participación de terceras personas.

La hermana de Laura, María José Palacios recuerda que se originó a eso de las 18 horas del 1 de octubre de 2019.

«Laura llegó del trabajo y estaban mis papás. Por lo general sacaba a pasear al Toto. De hecho, el Toto la esperaba para que lo pudiera sacar. Lo saca, se pone una chaqueta porque hace frío y lo pasea en las cercanías de la casa, que en ese tiempo era un potrero grande», detalla, en entrevista con La Cuarta.

Además, la joven que vive a pocos minutos del hogar de sus padres, rememora que «ese día mi mamá estaba de turno de noche, entonces cuando ella se fue a trabajar, la Laura todavía no llegaba. Mi papá tipo 21 o 22 horas ya estaba durmiendo. En la mañana, mi padres creyeron que ella ya se había ido al trabajo».

«Luego, mi hermano me habló temprano y me dijo que Laura no había llegado. Y tampoco estaba el Toto. Me fui a la casa, llamamos a todas las amigas y nadie la había visto. Ahí fue cuando dijimos ‘algo está pasando’», añade.

Denuncia y hallazgo

Alertados por la desaparición de Laura, sus cercanos fueron a la policía. «En eso que estábamos en la PDI, nos avisa una amiga, que también se puso a buscar, que encontró (vivo y solo) al Toto abajo, en el canal. Ahí fuimos todos a ver qué pasaba», revela.

Para María José, «no había necesidad» de llegar al lugar donde estaba la mascota. «Era una distancia de al menos media hora caminando. El perro estaba en un puente que hay en el canal», señala.

Finalmente, el 3 de octubre, a solo dos días de la desaparición, el cuerpo de la joven fue hallado en el mismo canal.

Sobre la acción policial, el jefe de la Brigada de Ubicación de Personas (Briup) de la PDI, Manuel Fuentes, destacó en aquella jornada el trabajo de rastreo «para ubicar a esta joven desaparecida junto a la colaboración del cuerpo de Bomberos de Puente Alto».

«Hicimos el secado del canal La Carburera ubicándose un cuerpo femenino. Estamos esperando a la Brigada de Homicidios para que tome el procedimiento e inicie las indagaciones para saber qué sucedió», adelantó el detective.

En ese mismo momento se dio a conocer que la familia de Laura pudo identificarla gracias a un tatuaje que la joven se había hecho. En tanto, el Servicio Médico Legal informó al día siguiente que la causa de muerte era «asfixia por sumersión».

«No sabemos qué le pasó, pero a la Laura la mataron. Algo le hicieron. Ella no tenía por qué llegar a donde la encontramos; sola, con el perro, oscuro, en un día lluvioso… lo más probable es que fue en contra de su voluntad o confiada, y algo pasó», afirma su hermana, sin titubeos.

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