A fines de 2010, durante el primer periodo de Sebastián Piñera como Presidente de la República, un grupo de inversionistas, entre los que se encontraba la familia Piñera Morel, a través del Fondo de Inversión Privado (FIP) Mediterráneo, iniciaron las negociaciones para adquirir el proyecto “minero Imán”, ubicado al sur de Vallenar.
Se pagaron US$ 13 millones poco después que el vendedor, Arnaldo del Campo, fuera nombrado por el Presidente Piñera como su representante en el directorio de Enami, empresa estatal dedicada al fomento de la pequeña y mediana minería.
Según informa Ciper, “los Piñera Morel participaron en la compra de un proyecto minero cuyas negociaciones iniciales coinciden con el nombramiento del vendedor como representante del Presidente Piñera en el directorio de la empresa pública del mismo rubro”.
Este cuestionamiento hace recordar lo vivido hace algunos días, cuando a la familia del Presidente se le vinculó al proceso de venta de la minera Dominga a través de un paraíso fiscal en las Islas Vírgenes Británicas, apuntó Meganoticias.
Respuesta del gobierno
Desde La Moneda respondieron que “el Presidente no participa desde 2009, hace 12 años, en la gestión o administración de ninguna empresa o negocio, lo que incluye a Mediterráneo FIP. Respecto de este último, no participa en su propiedad y nunca ha participado en su administración”.
En forma previa a su primer Gobierno, el Presidente Piñera se desligó absoluta y totalmente de la administración y gestión de las empresas familiares y de cualquier otra empresa en que participaba.
