El Dr. Luis Guerrero, en un artículo de la Clínica Bupa Santiago, explica que la fiebre es importante ya que ayuda al cuerpo a combatir las infecciones elevando la temperatura interna.

Se considera fiebre cuando la temperatura supera los 38°C, mientras que entre 37°C y 38°C se considera febrícula o subfebril.

Es necesario tener en cuenta que la temperatura axilar y rectal difieren, siendo la primera alrededor de 36,8°C en rangos normales y la segunda 0,5°C más alta. En niños menores de un año se recomienda tomar la temperatura rectal, mientras que en niños mayores se puede tomar la temperatura axilar.

Es importante recordar que la temperatura varía a lo largo del día, siendo más baja en la mañana y más alta en la tarde. En cuanto a la medición de la temperatura en niños, los termómetros digitales son una buena opción, aunque no tan precisos como los de mercurio que están siendo dejados de lado por motivos de seguridad. Los termómetros de oído y de piel no son considerados tan confiables debido a sus posibles errores en la lectura.

¿Cómo bajar la fiebre en niños?

Para bajar la fiebre en niños, se recomienda retirarles la ropa y mantener un ambiente fresco y con temperatura neutra. También se pueden dar baños de tina tibios durante 30 minutos y utilizar paños tibios en el cuello, axilas e ingles.

El Dr. Guerrero enfatiza que, por lo general, se debe consultar a un médico si la fiebre persiste después de 48 a 72 horas, si la fiebre es alta y no disminuye con medicamentos, si hay compromiso del estado general del niño, si persiste el decaimiento a pesar de tener la temperatura controlada o si se presentan convulsiones febriles.