La noticia del fallecimiento de Manfred Jürgensen, excolaborador de la CNI y condenado por el homicidio de un profesor durante la dictadura de Augusto Pinochet, ha generado diversas reacciones
La noticia del fallecimiento de Manfred Jürgensen, excolaborador de la CNI y condenado por el homicidio de un profesor durante la dictadura de Augusto Pinochet, ha generado diversas reacciones.
El médico fue detenido hace diez días en el Aeropuerto de Ezeiza en Argentina, mientras intentaba escapar hacia Alemania. En enero, la Corte Suprema modificó las sentencias de primera y segunda instancia, condenando a Jürgensen a ocho años de prisión por su responsabilidad en la muerte de Federico Álvarez Santibáñez.
La ministra en visita de causas de Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, solicitó su extradición al país vecino.
Francisco Bustos, abogado querellante en el caso del profesor asesinado, valoró que “los mecanismos de cooperación hayan funcionado” y que la policía argentina haya logrado detenerlo antes de abordar el vuelo hacia Frankfurt. Sin embargo, lamentó que aún haya una persona prófuga en este caso, refiriéndose al exagente de la CNI Jorge Octavio Vargas Bories, publica BioBioChile.
Marcelo Orellana, coordinador del área jurídica del Programa de Derechos Humanos de la Subsecretaría de DDHH, recordó que Jürgensen no se presentó ante la justicia tras conocer el fallo de la Corte Suprema. Lamentó que el excolaborador de la CNI haya fallecido sin haber asumido su responsabilidad por la muerte del profesor Álvarez Santibáñez.
El abogado de Jürgensen, Felipe Solís, afirmó que el fallo de la Corte Suprema les pareció “injusto e infundado” y que no existieron razones jurídicas sólidas. Alegó que dicho fallo y la posterior orden de detención empeoraron la salud de su cliente, lo que finalmente resultó en su fallecimiento.