El denominado Caso Procultura ha vuelto a instalarse en el centro del debate público tras conocerse detalles que podrían vincular a la campaña presidencial de Gabriel Boric con presuntas irregularidades financieras.

Fiscalía intentó interceptar el teléfono del Presidente

El fiscal Patricio Cooper, a cargo de la investigación por eventuales irregularidades ligadas a la fundación Procultura, realizó una arriesgada jugada judicial: solicitó autorización al tribunal para interceptar el celular del Jefe de Estado. Sin embargo, el Juzgado negó en dos ocasiones dicha petición, argumentando falta de fundamentos sólidos que justificaran una medida de esa envergadura.

Un diálogo telefónico clave y su implicancia en la causa

Según antecedentes recopilados por el medio La Tercera, Cooper fundó su solicitud en escuchas telefónicas ya autorizadas a personas vinculadas a la organización dirigida por el psiquiatra Alberto Larraín, quien mantiene vínculos cercanos con el entorno presidencial.

Una de las conversaciones que el fiscal presentó como evidencia clave ocurrió el 18 de octubre de 2024. En ese registro, la cofundadora de Procultura, Patricia Ilonka Csillag Pimsteim, recibió una llamada de una mujer identificada como “Lucía”. En la charla, esta última comentó una conversación que habría sostenido con Larraín, en la que él le habría reconocido haber usado fondos para la campaña de Boric.

Declaraciones que inquietan

En el escrito judicial al que tuvo acceso el medio, se transcriben las supuestas palabras atribuidas a Alberto Larraín, reveladas por la interlocutora:
“No, gasté esta plata en la campaña del Boric y no les voy a pagar ni ahora ni nunca”.
Estas afirmaciones habrían surgido luego de que “Lucía” solicitara el pago de una deuda que, según ella, la fundación mantenía pendiente.

Contexto del caso y vínculo con el Ejecutivo

Procultura ha sido objeto de múltiples cuestionamientos en el marco de la investigación sobre presunto uso de recursos públicos de forma irregular. Esta nueva revelación podría representar un giro relevante en la indagatoria, ya que abre la puerta a una eventual conexión directa con el financiamiento de la campaña que llevó a Boric a La Moneda.

El caso se sigue desarrollando bajo la atenta mirada de la fiscalía y la opinión pública, mientras se esperan nuevos antecedentes que confirmen o descarten las sospechas levantadas hasta ahora.