Dos hombres fueron formalizados por el brutal asesinato de Francisco Albornoz, joven farmacéutico de 21 años cuyo cuerpo fue hallado en el río Tinguiririca. El tribunal decretó prisión preventiva para Cristian González, médico ecuatoriano de 31 años, y José Miguel Baezza, chef chileno de 43, mientras se desarrolla la investigación que se extenderá por 90 días.

Ambos enfrentan cargos por homicidio calificado, luego de que uno de ellos entregara la ubicación del cuerpo, lo que permitió poner fin a más de una semana de intensa búsqueda.

Fiscalía descarta sobredosis y apunta a asesinato premeditado

Durante la audiencia, la fiscal Rossana Folli descartó la teoría de una sobredosis accidental. Según expuso, la causa de muerte fue un traumatismo encefalocraneano, provocado por un golpe contundente en la cabeza. Además, aseguró que existió una intención deliberada de acabar con la vida de Francisco.

El cuerpo fue envuelto en un saco de dormir y trasladado en el maletero de un auto hasta una quebrada en el río Tinguiririca, donde fue lanzado desde cerca de 50 metros de altura. Lo más impactante: en el trayecto, los imputados se habrían detenido a comprar papas fritas y bebidas, según los antecedentes revelados en la audiencia.

Mensajes de WhatsApp y evidencia clave

Conversaciones previas revelan premeditación

La fiscalía presentó mensajes entre los acusados que confirmarían que el crimen fue planeado. De acuerdo con el MOVILH, uno de los chats decía: “Aquí ya tenemos uno (por Francisco Albornoz), si llevai’ cloroformo, droga, marihuana, etc.”

Además, según consigna Las Últimas Noticias, Baezza habría intentado contactar a una expareja para sumarla al encuentro, pero esta persona se negó. Esto fue relatado por un testigo presencial que prefirió mantenerse en el anonimato.

También se reveló que González habría salido en la noche a comprar drogas: “Él bajó a comprar drogas, marihuana y pagó en efectivo, según antecedentes de la Fiscalía”, afirmó una fuente vinculada al caso.

La cruda confesión del médico ecuatoriano

Uno de los momentos más duros de la audiencia fue la declaración de Cristian González. Según su testimonio, Francisco no sabía que se consumirían sustancias como popper y cocaína esa noche, información que fue ocultada por Baezza.

“Kai me dice que Francisco había convulsionado. Yo lo vi convulsionar un poco en la cama. Le dije a Kai que llamara a la ambulancia, pero él decía que no debía estar acá”, relató González.

Agregó que intentó realizar reanimación cardiopulmonar durante 30 minutos, pero su compañero se negó a buscar ayuda médica. Luego, aseguró que fue Baezza quien propuso deshacerse del cuerpo.

“Kai me guió hasta donde tenía que ir”, declaró, señalando además que destruyeron el teléfono de la víctima y quemaron sus pertenencias.

Cómo se deshicieron del cuerpo

González relató que ambos bajaron al estacionamiento con el cadáver. “Bajamos por el ascensor al piso menos dos. Llegamos al auto, colocamos el cuerpo en el maletero. Las maletas y la bolsa en el asiento trasero. Fue a las 4:30 de la mañana, aprox. Solo manejé por inercia. Kai me guió hasta donde tenía que ir”, aseguró el imputado.

La investigación sigue abierta

El caso sigue en desarrollo mientras los imputados permanecen en prisión preventiva. La Fiscalía continuará reuniendo pruebas para esclarecer a fondo este crimen que ha causado conmoción en todo el país.