“Hay que comprar sogas y guantes”: revelan el escalofriante plan tras la muerte de Francisco Albornoz
Revelan escalofriantes detalles del crimen del joven farmacéutico Francisco Albornoz. Dos hombres en prisión preventiva.
Nuevos y estremecedores antecedentes han salido a la luz sobre el asesinato de Francisco Albornoz, el joven farmacéutico de 21 años cuyo cuerpo fue encontrado en el Río Tinguiririca. Los dos implicados, un médico ecuatoriano y un reconocido chef VIP, permanecen en prisión preventiva mientras la justicia investiga su participación en este horrendo crimen.
La fatídica cita que terminó en tragedia
Según declaraciones del médico Christian González en la audiencia, todo comenzó con un encuentro sexual pactado entre tres personas. “Kai me envió captura de pantalla de la cocaína que yo pagué y (me dice) que después él me va a pasar el dinero”, reveló el acusado, detallando cómo adquirieron drogas horas antes del fatal desenlace.
Los intentos por ocultar la verdad
Preparativos siniestros
- Discusión sobre ocultar el consumo de drogas a la víctima
- Compra de 4 bolsas de cocaína por $35.000
- Grabaciones muestran a Francisco entrando al departamento
La cruel decisión tras la muerte
Cuando Francisco sufrió una severa crisis, el médico intentó reanimarlo por 30 minutos. “Kai me dijo que se tenía que ir, que él no podía estar ahí”, declaró González, describiendo cómo el chef insistió en deshacerse del cuerpo en lugar de pedir ayuda médica.
El macabro viaje para deshacerse del cuerpo
140 km de angustia
Los acusados transportaron el cadáver envuelto en un cobertor hasta San Fernando, donde lo arrojaron por un barranco. Pero la pesadilla no terminó ahí.
Compra de materiales para ocultar el crimen
“Kai me dice que aún se puede ver el cuerpo desde arriba, por lo que me dice que hay que ir al Sodimac a comprar unas sogas y unos guantes”, relató el médico sobre su visita a la tienda de hogar, captada por cámaras de seguridad.
La despiadada actitud del chef
Mensajes para “disimular”
Mientras ocultaban el crimen, el chef enviaba mensajes banales por WhatsApp. “Estos mensajes me los envió Kai como para disimular y dejar evidencia de una conversación que no tenía nada que ver con lo que estábamos haciendo”, declaró el médico, evidenciando la frialdad del acusado.
Pruebas contundentes
Las cámaras de vigilancia de distintos puntos han sido clave para reconstruir los hechos, mostrando los movimientos de los acusados antes y después del crimen.