Hija de concejala desaparecida en Villa Alegre revela detalles inquietantes y sospechas de intervención externa.
Javiera Gallegos, hija de la concejala desaparecida en Villa Alegre, María Ignacia González, compartió nuevos antecedentes sobre el misterioso caso que mantiene en vilo a la comunidad. En conversación con Súbela, Javiera expuso situaciones y comentarios que, a su juicio, podrían revelar que su madre enfrentaba problemas de los que no hablaba abiertamente.
Sospechas de que algo no estaba bien
Javiera recordó que, en los últimos meses, su madre evitaba compartir ciertos temas familiares. “No sé si lo hizo por protegernos o no. Había cosas que ella no nos quería contar el último tiempo”, confesó.
Además, trajo a la memoria un comentario particular que hoy cobra relevancia. Según Javiera, “ella venía pensando hace meses que tenía el teléfono intervenido”, lo que considera extraño: “Mi mamá tiene 73 años. No creo que ella sola se le haya ocurrido que tiene el teléfono intervenido. Yo creo que quizá alguien se lo mencionó o alguien está preocupado”, agregó.
Un amuleto que ahora inquieta a la familia
Uno de los recuerdos que más la ha marcado ocurrió hace dos meses, cuando su madre le pidió realizar juntas un símbolo de protección. “Hace como dos meses atrás me pidió que hiciéramos juntas unas cruces de palqui, que eso es como un amuleto de protección”, relató Javiera.
Conversando con su hermana, ambas comenzaron a atar cabos. “Sentimos que quizás sí había algo por ahí, ella no nos estaba contando”, señaló.
Tensiones previas en el ámbito político
Javiera también recordó que su madre le había comentado conflictos en su entorno laboral. “En otros momentos me comentó problemas que tuvo con otros concejales o con las administraciones anteriores, nos mencionó como esas diferencias grandes que había”, afirmó, dejando entrever que estas tensiones podrían tener alguna conexión con su desaparición.
Sin pistas claras del paradero
La concejala María Ignacia González fue vista por última vez el pasado 15 de junio, cuando visitaba a una pareja amiga. Desde entonces, ni ella ni su vehículo han sido ubicados, manteniendo la incertidumbre sobre su destino.

