Un padre fue enviado a prisión preventiva en Alto Hospicio tras agredir brutalmente a su hijo con una pesa metálica de casi 3 kilos.
Un grave caso de violencia intrafamiliar conmociona a la comuna de Alto Hospicio, en la región de Tarapacá, luego de que un hombre fuera formalizado por parricidio frustrado tras golpear salvajemente a su hijo de 18 años con una pesa de casi tres kilos.
El hecho ocurrió la madrugada del pasado domingo al interior del domicilio familiar, y los detalles del ataque revelan una violencia extrema que pudo haber terminado en tragedia.
Violenta discusión terminó en ataque con disco de pesa
Según expuso el fiscal Javier Gutiérrez durante la audiencia de formalización, todo comenzó alrededor de las 00:30 horas, cuando padre e hijo discutían en su vivienda ubicada en Avenida Las Parcelas.
En medio del conflicto, y bajo los aparentes efectos del alcohol, el hombre comenzó a golpear a su hijo con puños y patadas, atacándolo en varias partes del cuerpo.
Persecución hasta el segundo piso y ataque con objeto contundente
La víctima intentó refugiarse en su habitación del segundo piso para evitar la agresión, pero su padre lo siguió. Fue en ese momento que tomó un disco de pesa de hierro fundido de 2,6 kilos y lo utilizó para golpearlo más de diez veces en la cabeza, según detalló el Ministerio Público.
A pesar de la brutalidad del ataque, el joven logró huir y dar aviso a Carabineros, lo que permitió la rápida detención del agresor.
Lesiones graves y consecuencias potencialmente fatales
El informe médico estableció que el joven sufrió policontusiones, un traumatismo encéfalo-craneano cerrado de carácter moderado, además de una desviación del tabique nasal, producto del ataque con el objeto metálico.
La Fiscalía fue enfática al señalar que, de no haber logrado escapar, el joven podría haber sufrido daños neurológicos irreversibles o incluso haber perdido la vida.
Prisión preventiva para el agresor
El tribunal acogió la solicitud del fiscal y decretó prisión preventiva para el imputado, considerando que su libertad representa un peligro para la seguridad de la sociedad y, en particular, de la víctima.
El plazo fijado para la investigación fue de 90 días, periodo en el que se buscará esclarecer todos los antecedentes del violento episodio y establecer las responsabilidades penales correspondientes.

