Escándalo en iglesia evangélica: exobispo se niega a devolver casa de $622 millones tras ser destituido

Exobispo Eduardo Durán enfrenta nuevas acciones legales tras negarse a dejar residencia institucional y ejercer como líder religioso.

Eduardo Durán Castro

El conflicto entre la Primera Iglesia Metodista Pentecostal de Chile (PIMPECH) y su exlíder, Eduardo Durán Castro, vuelve a estar en el centro del debate. A cinco años de su destitución oficial, la congregación denunció que el exobispo continúa usando una propiedad comprada por la iglesia como residencia personal y aún actúa como máxima autoridad religiosa en documentos oficiales.

Esta situación ha generado indignación en la comunidad religiosa y ha motivado una serie de acciones judiciales para recuperar el inmueble y frenar el presunto uso ilegal del cargo.

Durán fue destituido, pero se niega a abandonar el cargo

En 2019, Durán fue removido de su rol como obispo tras ser vinculado a un caso de presunto lavado de dinero y uso irregular de diezmos. No obstante, según indica la iglesia, “el exobispo no solo desconoce la destitución, sino que además sigue actuando como máxima autoridad religiosa ante notarios, tribunales y otras instancias oficiales”.

Una de las principales controversias actuales tiene que ver con una residencia en La Dehesa, comuna de Lo Barnechea. Esta propiedad fue adquirida por la iglesia en enero de 2019 por un valor de 15.900 UF, lo que equivale a más de $622 millones de pesos actuales, y fue destinada como domicilio episcopal.

Pese a que la congregación le solicitó la devolución del inmueble tras su salida del cargo, Durán se habría negado rotundamente, generando trabas para que la institución retome el control de la propiedad.

Nuevas querellas y causa civil en curso

A esta disputa por la vivienda, se suman dos querellas interpuestas recientemente contra Durán. En ellas se le acusa por los delitos de falsificación de instrumento público y ejercicio ilegal de funciones religiosas.

Según los antecedentes, el exobispo habría intentado revocar representaciones legales de otros miembros de la iglesia, simulando tener aún la autoridad como obispo permanente.

Además, enfrenta una causa civil por el uso reiterado de la casa episcopal, proceso que busca restituir el bien a la congregación.

Escándalos previos y la polémica figura del exobispo

El caso de Eduardo Durán explotó en abril de 2019, cuando se reveló que tenía más de $130 millones en su cuenta corriente, provenientes de aportes de los fieles. Ese mismo año, protagonizó una comentada separación matrimonial y anunció su nuevo matrimonio, mientras era investigado penalmente por lavado de activos.

Aunque esa causa fue sobreseída en octubre de 2023, la controversia sobre su permanencia como obispo se mantiene. El 1 de junio de 2019, la iglesia realizó una votación para destituirlo oficialmente, pero Durán impugnó la decisión a través de una demanda presentada en 2020, que aún se encuentra en trámite judicial.

La iglesia busca cerrar definitivamente el capítulo Durán

Desde la PIMPECH aseguran que seguirán impulsando las acciones legales necesarias para recuperar el inmueble y poner fin a lo que consideran un uso ilegítimo de un cargo que ya no le pertenece.

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A pesar de haber liderado la iglesia por más de 15 años, la figura de Eduardo Durán sigue siendo motivo de división al interior de la comunidad evangélica.