Un nuevo informe revela un preocupante aumento en el número de jóvenes chilenos que no están ni estudiando ni participando en el mercado laboral. Este grupo, conocido comúnmente como los “ninis”, ha crecido un 1,5% en el último año, lo que representa a más de 336 mil personas.

El fenómeno va de la mano con el alza del desempleo, que alcanzó una tasa nacional del 8,9% entre abril y junio, de acuerdo con cifras oficiales.

Mujeres, las más afectadas por esta realidad

Según explicó Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (UDP), “el principal problema, a mi juicio, en el segmento de jóvenes, es la elevada tasa de desempleo, que actualmente se ubica en 21,66%”.

Este porcentaje corresponde a personas entre 15 y 24 años, quienes enfrentan mayores barreras de acceso al empleo formal debido, principalmente, a la falta de experiencia.

Bravo también subrayó que estas cifras reflejan desafíos propios del ciclo de vida juvenil, los cuales impactan directamente en la empleabilidad de este grupo.

No todo es lo que parece: ¿Quiénes son realmente los “ninis”?

El académico advirtió que es importante no generalizar ni estigmatizar a quienes forman parte de esta categoría. “Eso no significa que no haya en ese segmento personas que hagan, por ejemplo, trabajo no remunerado. De hecho, hay muchas mujeres jóvenes que están abocadas a los quehaceres del hogar, al cuidado”, explicó.

A su juicio, es fundamental cambiar la imagen negativa que suele asociarse con este grupo. “Lo primero creo yo es evitar un estigma negativo de la imagen mental de que estas personas son personas vagas, que están en la holgazanería o que están en actividades socialmente negativas, porque eso no es así”, enfatizó.

Enfoque necesario: políticas diferenciadas

Bravo hizo hincapié en que el concepto de “nini” mezcla diferentes realidades, lo que podría dificultar una respuesta efectiva desde las políticas públicas.

“Un problema de este concepto es que mezcla a los desocupados con personas que están fuera de la fuerza laboral por una diversidad de razones. Por ejemplo, por responsabilidades familiares, por razones de salud o por desaliento”, explicó.

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Por eso, propuso que la atención debe centrarse en el elevado desempleo, ya que es allí donde se pueden generar cambios más inmediatos y eficaces para la inserción laboral de los jóvenes.