Macabro hallazgo en un glaciar de la Antártida: el misterio que permaneció oculto por más de 60 años
Un impactante hallazgo se produjo en la Isla Rey Jorge, en la Antártida, luego de que el deshielo dejara al descubierto la revelación
Un impactante hallazgo se produjo en la Isla Rey Jorge, en la Antártida, luego de que el deshielo dejara al descubierto los restos de un explorador británico desaparecido hace más de seis décadas.
La revelación ocurrió durante una expedición polaca en la Bahía del Almirantazgo, donde la nieve derretida permitió encontrar objetos y huesos humanos que pusieron fin a un misterio que llevaba más de 65 años.
Los restos de Dennis Bell
Según informó la BBC, se trataba de los restos de Dennis Bell, un joven meteorólogo del Servicio de las Dependencias de las Islas Malvinas (hoy British Antarctic Survey), quien murió en 1959 tras caer a una grieta durante una expedición.
Los rescatistas también hallaron pertenencias personales: un reloj, una radio y una pipa.
Su hermano, David Bell, de 86 años, reaccionó emocionado al enterarse de la noticia: “Hace tiempo que desistí de encontrar a mi hermano. Es simplemente extraordinario, asombroso. No lo puedo superar”, declaró.
El recuerdo de un pionero
Dame Jane Francis, directora del British Antarctic Survey, destacó la relevancia de Dennis en la historia de la exploración polar: “Dennis fue uno de los muchos valientes que contribuyeron a la ciencia temprana y a la exploración de la Antártida en condiciones extraordinariamente duras”.
Y agregó: “Aunque se perdió en 1959, su recuerdo sigue vivo entre sus colegas y en el legado de la investigación polar”.
Confirmación por ADN
Tras el hallazgo, los restos fueron repatriados a Londres y sometidos a pruebas genéticas en el King’s College. La profesora Denise Syndercombe Court confirmó que existía coincidencia con las muestras de ADN de sus hermanos David Bell y Valerie Kelly, ratificando así la identidad del explorador.
Con este descubrimiento, la familia Bell finalmente obtiene respuestas a una desaparición que marcó a toda una generación de científicos en la Antártida.