A cuatro meses de la agresión, la vida del conserje Guillermo Oyarzún sigue marcada por cirugías, tratamientos y la espera de justicia.
Han pasado ya cuatro meses desde que Guillermo Oyarzún, conserje de 70 años, fuera brutalmente golpeado por Martín de los Santos (32). Pese al tiempo transcurrido, el trabajador aún enfrenta un complejo proceso de recuperación que le impide retomar su vida normal.
Recuperación lenta y nuevas cirugías
El adulto mayor continúa en su hogar bajo licencia médica. Las secuelas del ataque afectan gravemente su visión y, según relató, deberá someterse a otra intervención quirúrgica para intentar recuperar parte de lo perdido.
“No podemos trabajar, mi billetera se achicó, dependemos de lo que nos da la Mutual (…). Ya me están haciendo análisis de mi ojo, y vamos a ver en qué termina”, expresó a Mega.
Pese a todo, recuerda con nostalgia la rutina que mantuvo durante casi tres décadas: “Me gustaba mi horario, porque entraba a las 23:00 y salía a las 07:00 horas de la mañana, de lunes a viernes, era una rutina de todos los días. 28 años trabajé en el edificio”.
Un agresor aún lejos de enfrentar la justicia
El imputado, actualmente recluido en Brasil, sigue a la espera de extradición. Mientras tanto, la familia de Oyarzún exige que el proceso avance y que se haga justicia tras la violenta agresión.
Consultado por su agresor, don Guillermo mostró una sorprendente calma: “En el fondo, yo no le tengo mala al cabro, como andaba en esa onda de volado”.
La familia también sufre las consecuencias
El impacto no solo ha golpeado al conserje, sino también a su entorno más cercano. Su esposa, María Vidal, relató que la espera por respuestas judiciales se suma al desgaste físico y emocional:
“Estamos todavía esperando a que a este hombre lo traigan. Mi marido todavía está en tratamiento médico, sigue con licencia y no sabemos hasta cuándo”, señaló.
Además, explicó que la agresión dejó profundas huellas en sus hijos: “Están todos con tratamiento psicológico, porque quedaron afectados con lo que pasó, porque de ver a su papá como lo dejaron, a cómo era su papá, quedaron choqueados”.

