Nuevos videos revelan impactantes detalles sobre la desaparición de la concejala; su familia asegura que no iba conduciendo el vehículo la noche del 14 de junio.
Durante esta semana, la Fiscalía mostró a las hijas de la concejala desaparecida los registros de cámaras de seguridad cercanas a la casa de unos amigos. Las imágenes revelaron detalles clave que podrían reforzar la teoría que la familia ha sostenido desde el inicio de la investigación.
El video que cambió el rumbo del caso
En uno de los registros se observa a la concejala llegando a la vivienda la noche del sábado 14 de junio. Sin embargo, en ningún momento se le ve salir.
Lo más inquietante es que, cuando su automóvil abandona el lugar durante la madrugada, no se logra apreciar que ella suba al vehículo.
“Podemos decir que mi mamá no iba manejando ese vehículo. No sabemos si ella iba arriba o no, pero al menos consciente o con su voluntad, ella no iba ahí”, declaró su hija Javiera Gallegos.
“Solo se le ve a ella llegando a ese lugar, pero no se podría aseverar que ella se sube al auto al menos de forma consciente y por decisión propia”, insistió.
“La velocidad no era la de mi mamá”: el detalle que encendió las alarmas
En conversación con el matinal Mucho Gusto, Camila Gallegos, otra de las hijas, relató que los registros muestran un comportamiento extraño en la conducción.
“Efectivamente, el auto que se ve en las distintas cámaras corresponde a mi mamá, pero se ve una silueta y, a nuestro parecer, no es ella la que va manejando”, explicó.
La joven agregó un detalle que les pareció determinante: “La velocidad que lleva en la calle, yo diría que de 70 a 80 kilómetros por hora. De hecho, hay una parte en que hay un lomo de toro invertido en donde el auto como que sobrevuela y cae muy fuerte en el pavimento. Mi mamá siempre fue una persona que manejaba de manera muy cautelosa”.
Además, destacaron que la ruta que tomó el vehículo no era habitual para la concejala, lo que aumenta las dudas sobre lo ocurrido esa noche.
La dolorosa hipótesis familiar
A partir de estos antecedentes, las hijas sostienen que lo ocurrido podría tratarse de algo mucho más grave que una desaparición voluntaria.
“Pensamos que a ella la secuestraron y que en estos 3 meses y medio, a ella la mataron. Nos duele más pensar que podría estar viva y que puede estar sufriendo, siendo torturada”, afirmó una de ellas.
Según su testimonio, “hay muchas inconsistencias” y “hay gente que sabe y está siendo cómplice de esta terrible desaparición”.
La familia mantiene la esperanza de que las nuevas pruebas permitan esclarecer lo sucedido y que la investigación avance con mayor rapidez para encontrar la verdad.

