Marraqueta Chilena vuelve a sorprender al mundo y este sería el tremendo motivo
La marraqueta fue elegida entre los mejores panes del mundo por Taste Atlas, destacando su sabor, historia y tradicional corteza crujiente.
El pan más querido por los chilenos volvió a brillar a nivel internacional. La reconocida revista gastronómica Taste Atlas incluyó a la marraqueta en su listado de los mejores panes del mundo, ubicándola en el puesto número 17 del ránking global.
Un clásico chileno con fama mundial
En su publicación, el sitio especializado destacó que la marraqueta —también conocida como pan batido o pan francés— es el pan más popular de Chile, elaborado con ingredientes simples: harina, agua, sal y levadura.
“Se suelen prensar dos bolas de masa y luego partirlas casi por la mitad antes de hornearlas, generalmente con una olla con agua, lo que le da a la marraqueta su corteza característica”, detalló Taste Atlas.
El portal también destacó uno de los rasgos más valorados por los chilenos: “La corteza es tan apreciada que algunas personas incluso le sacan la miga antes de consumirla”.
El origen europeo de un pan chileno
Aunque la marraqueta es un ícono nacional, su historia tiene raíces en Europa. El historiador Raúl La Torre, coordinador de Extensión Cultural de la Universidad de los Andes, explicó recientemente que el pan habría llegado al país gracias a una familia francesa, los hermanos Marraquet.
“Era un tipo de pan batido muy común en la zona central de Europa, que llegó a Chile gracias a una familia francesa, los hermanos Marraquet”, señaló el experto, quien añadió que “de ahí vendría el nombre. Ellos dieron su apellido al producto, que en nuestro país comenzó a llamarse marraqueta. Sin embargo, también se conoce como pan francés, justamente por su vínculo con la panadería francesa”.
Entre los mejores de Latinoamérica
En el listado de Taste Atlas, la marraqueta se ubicó detrás de otros destacados panes de la región, como el Pan de Bobo (Colombia) y el Pan de Queso (Brasil), consolidando su lugar como uno de los productos más representativos del continente.
Su sabor inconfundible, su textura crujiente y su presencia en casi todos los hogares chilenos la convierten en un símbolo gastronómico del país, capaz de competir con los más reconocidos panes del mundo.
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