La Brigada Investigadora de Robos Metropolitana de la PDI entregó un inquietante balance sobre los llamados “turbazos” en la capital, observando un aumento en estos delitos que, en muchos casos, afectan a adultos mayores.

Qué dice el informe y cómo ha evolucionado el fenómeno

El informe abarca los hechos ocurridos entre enero de 2024 y septiembre de 2025 y revela que, mientras en 2024 se registraron 45 turbazos, en lo que va de este año ya suman 50. Las cifras muestran un cambio en la distribución territorial del ilícito y apuntan a nuevas zonas afectadas durante 2025.

Comunas con más casos reportados

Según el desglose por comunas, las que concentran más investigaciones por turbazos son:

• La Reina (3)

• Ñuñoa (2)

• Padre Hurtado (2)

Comunas que aparecen por primera vez en 2025

El documento también destaca municipios que no figuraron el año pasado pero sí en 2025: Cerrillos (1), Colina (1), El Bosque (1), Independencia (1), Ñuñoa (2), Pudahuel (1), Padre Hurtado (2), Puente Alto (1), San Bernardo (1) y Vitacura (1).

Órdenes fiscales para investigar turbazos: quiénes lideran la lista

En cuanto a las diligencias ordenadas por la Fiscalía para indagar turbazos, la PDI señala que Pudahuel encabeza el conteo con 6 órdenes, seguida por San Bernardo (5), Maipú (4), Colina (3), Lampa (2) y Santiago (2). Los registros subrayan que Maipú concentró 16 de estas instrucciones en 2024; en total fueron 31 ese año y, hasta septiembre de 2025, ya sumaban 29.

Perfil de los involucrados: la PDI advierte sobre menores reclutados

René Quintanilla, jefe de la Brigada Investigadora de Robos Metropolitana Centro Norte, entregó datos sobre quiénes integran estas bandas y cómo operan para captar nuevos miembros. En su diagnóstico, explicó con crudeza que hay una preocupante presencia de jóvenes en estos grupos.

“El perfil de estos sujetos es que son menores desde 13 años. Son muy pocos los mayores de edad. Dentro de la investigación que hizo la Brigada Investigadora de Robos Sur Oriente (en el megaoperativo del miércoles pasado) se logra establecer un patrón de captar menores por WhatsApp. Eso está establecido. Hay un reclutamiento de menores para cometer este delito”, advirtió Quintanilla, quien vinculó el fenómeno a tácticas deliberadas de captación.

Redes sociales como canal de contacto y aprendizaje del delito

El subprefecto también detalló cómo las plataformas digitales facilitan la conexión entre quienes ya forman bandas y quienes podrían sumarse a ellas. En muchos casos, los jóvenes usan Instagram y TikTok tanto para buscar cómplices como para intercambiar “consejos” sobre cómo cometer los atracos y escapar.

“Tienen conversaciones personales por esas vías. Esto se logró establecer con un registro de sus teléfonos celulares. Se puede decir que hay una oferta de medios o facilidad. La información de cómo realizar este delito. Se transmiten la experiencia, dónde hacerlo, las vías de escape”, explicó Quintanilla, señalando que los teléfonos incautados permitieron reconstruir esos patrones comunicacionales.

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Qué implica esto para la ciudadanía

El informe de la PDI suma advertencias claras: hay zonas que requieren mayor vigilancia y la investigación apunta a un fenómeno juvenilizado, con reclutamiento activo a través de aplicaciones y redes sociales. Las autoridades insisten en la necesidad de medidas preventivas y en el trabajo coordinado entre fiscalía, policía y comunidades para frenar la expansión de estos ataques.