Un estremecedor video grabado por los propios delincuentes reveló el violento modo de operar de una banda juvenil conocida como “Los Contrarreloj”, responsable de múltiples robos armados e incluso de un homicidio que conmocionó a todo Chile.

Las imágenes, difundidas en redes sociales, muestran a los adolescentes ejecutando los delitos y publicándolos con orgullo, como si se tratara de una hazaña. Su caso ha dejado al descubierto el avance del crimen organizado entre menores de edad en la Región Metropolitana.

Robos en menos de un minuto y total desprecio por la vida

La agrupación hacía honor a su nombre: cometían los asaltos en menos de un minuto y escapaban a toda velocidad. En apenas cuatro meses, protagonizaron violentos robos en comunas como Pudahuel, Lampa, La Florida, Quilicura, Cerrillos, Maipú, Las Condes y Vitacura.

Uno de los líderes, un joven apodado “Chino”, de solo 16 años, participó en el asalto donde el ingeniero Hugo Fernández perdió la vida mientras intentaba proteger a su familia en Lampa.

Durante la investigación, la PDI desplegó a más de 250 funcionarios bajo la coordinación de la Brigada de Robos Suroriente, logrando identificar a 17 menores de edad vinculados al grupo.

“Estamos trabajando, buenas noches”: la frase que heló a una víctima

Una de las víctimas, identificada como María, relató la frialdad con que actuaban los delincuentes:
“Nos dijeron ‘Buenas noches, muchas gracias, estamos trabajando y que tengan una buena noche’. Apagaron la luz y se fueron”, recordó.

El video de aquel robo, grabado por un integrante de 16 años conocido como “Berraco”, fue clave para que los investigadores lograran dar con los miembros del grupo.

La estructura detrás de “Los Contrarreloj”

El jefe de la Brigada de Robos Suroriente, Álvaro Jaramillo, explicó que se trataba de “una banda juvenil altamente violenta y prolífica, ya que cometían muchos delitos en distintas comunas”.

El subinspector Marías Vargas detalló que los jóvenes utilizaban vehículos robados para cometer encerronas y turbazos, apagaban sus celulares para no ser rastreados y luego los encendían para publicar videos presumiendo armas y autos sustraídos.

El fiscal Marcelo Vargas confirmó que la banda estaba jerarquizada:
“Renca y La Pintana eran los brazos operativos, mientras que Cerro Navia albergaba a los líderes. En la cúspide estaba un menor de solo 14 años que coordinaba los golpes”.

Sorprendentemente, no había adultos reclutando a los jóvenes; eran ellos mismos quienes se organizaban y comercializaban lo robado a través de adultos conocidos como “reductores”, identificados como Carlos Enrique Miranda Villalobos y Francisco Javier Orrego Rosas.

Crimen que conmocionó a Chile

Uno de los episodios más desgarradores ocurrió el 9 de septiembre en Las Condes, cuando los adolescentes irrumpieron armados en una vivienda familiar.
“Me llevaron a mi dormitorio, dos me apuntaron en la cabeza y los otros cuatro fueron a la pieza de mis dos hijos”, relató entre lágrimas Bárbara Martínez, madre del ingeniero asesinado.

Horas más tarde, la misma banda regresó a Lampa y disparó contra Fernández, provocando su muerte. Según el fiscal Vargas, “ante la inmediatez y el nerviosismo, los menores dispararon el arma de fuego”.

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Centros de internación: el origen del reclutamiento

La investigación también reveló un dato alarmante: muchos de los integrantes se conocieron en centros de internación provisoria, espacios que, lejos de rehabilitar, se han convertido en puntos de conexión entre jóvenes delincuentes.

El caso de “Los Contrarreloj” deja en evidencia la nueva cara del crimen juvenil en Chile, donde las redes sociales, la violencia extrema y la impunidad se mezclan en un fenómeno que preocupa tanto a las autoridades como a la ciudadanía.