Una mujer fue condenada a 14 años de cárcel por el parricidio de su hijo de 7 años en Punitaqui, un crimen que estremeció a la comunidad.
El Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle dictó una dura condena de 14 años de presidio efectivo contra J.A.C.T., una mujer declarada culpable del parricidio de su hijo de siete años, ocurrido el 20 de abril de 2021 en el sector La Higuerita, comuna de Punitaqui, Región de Coquimbo.
La sentencia, unánime entre los magistrados, marca el cierre de una investigación que se extendió por cuatro años y que impactó profundamente a la comunidad local.
El crimen que conmocionó a Punitaqui
De acuerdo con los antecedentes judiciales, la acusada agredió brutalmente al menor utilizando objetos contundentes, provocándole múltiples lesiones. Los golpes derivaron en un edema pulmonar traumático producto del politraumatismo, causa que llevó a la muerte del niño antes de que pudiera recibir atención médica.
El tribunal consideró que las pruebas periciales, los informes forenses y la evidencia levantada en el sitio del suceso acreditaron la autoría directa de la mujer en el crimen.
Pruebas determinantes y comportamiento posterior al ataque
Durante el juicio, los jueces valoraron especialmente el comportamiento de la acusada después de cometer el delito. Según el fallo, la mujer dejó el arma utilizada en el lugar y luego bañó al menor para limpiar su cuerpo, acciones que reforzaron la calificación legal de parricidio.
Además, el tribunal destacó el vínculo de parentesco como un agravante fundamental, señalando que la víctima se encontraba bajo el cuidado y la protección de su madre, lo que aumentó la gravedad del hecho.
Las sanciones adicionales impuestas
Además de la condena de 14 años, J.A.C.T. fue inhabilitada de manera absoluta y perpetua para ejercer cargos u oficios públicos, así como privada de sus derechos políticos y de ejercer profesiones titulares mientras dure su pena.
El tribunal también dictó una inhabilitación especial que le impide desempeñarse en áreas relacionadas con educación, salud o cualquier ámbito que implique contacto habitual con menores de 18 años.
Atenuantes y rechazo de la defensa
La defensa intentó argumentar una inimputabilidad disminuida por presunto estado psicológico alterado, pero la solicitud fue desestimada. Sin embargo, los jueces reconocieron dos atenuantes: la confesión voluntaria de la acusada y su colaboración para esclarecer los hechos.
Aun así, el tribunal enfatizó que la brutalidad del crimen y el vínculo materno-filial fueron determinantes en la magnitud de la pena impuesta.
Registro genético y cierre del caso
Una vez que la sentencia quede firme, el tribunal ordenó tomar una muestra biológica de la condenada para incorporar su huella genética al registro nacional de ADN de personas condenadas.
Con este fallo, se pone fin a una investigación que reveló los detalles de un caso que estremeció a la comunidad de Punitaqui, dejando al descubierto un acto de violencia familiar que los jueces calificaron como “acreditado más allá de toda duda razonable”.