Nuevos antecedentes revelan cómo Krishna Aguilera terminó envuelta en una trama de venganza ligada al narcotraficante “Guatón Beltrán”.
La muerte de Krishna Aguilera Yáñez, una joven de 19 años, expuso una oscura red de narcotráfico, traición y venganza que operaba en el sur de la Región Metropolitana. La joven, que alguna vez fue cercana al líder narco Juan Beltrán Olivares, conocido como el “Guatón Beltrán”, terminó convertida en víctima del mismo mundo delictivo al que pertenecía.
De la cercanía con Beltrán al inicio del conflicto
Krishna trabajaba como “soldada” en los puntos de venta que Beltrán manejaba en San Bernardo, donde se comercializaban cocaína, ketamina y pasta base. En ese entorno se conocieron y comenzaron una relación sentimental.
Todo cambió el 14 de agosto, cuando Beltrán denunció ante Carabineros el robo de su Cupra Formentor 2023. Sin embargo, lo que no reveló en la comisaría fue que no se trataba de un asalto cualquiera, sino de una “mexicana”, término usado para describir los robos de droga o dinero entre bandas rivales.
Sospechas, amenazas y miedo
De acuerdo con un reportaje de Radio Biobío, las fuentes policiales sostienen que el narcotraficante comenzó a sospechar de Krishna y de otras dos colaboradoras, creyendo que ellas habrían entregado información a los autores del robo. La joven, que tenía acceso a los movimientos del grupo, se transformó en el principal blanco de sus desconfianzas.
Su familia, temiendo represalias, decidió mudarse. Pero al no ocurrir ataques inmediatos, Krishna retomó el contacto con Beltrán. La madrugada del 5 de octubre, ambos fueron vistos en una discoteque de Bellavista. Esa sería la última vez que se la vio con vida.
Las imágenes que revelaron su último recorrido
Las cámaras de seguridad del recinto mostraron a la joven desorientada y tambaleante al salir del local. Beltrán la ayudó a subir a su vehículo y partió rumbo a San Bernardo. Desde ese momento, no volvió a ser vista.
Su familia denunció su presunta desgracia al día siguiente, dando inicio a una intensa búsqueda que mantuvo en alerta a las autoridades durante semanas.
Hipótesis principal: una venganza narco
Los investigadores creen que el crimen de Krishna fue una represalia directa por la “mexicana”. Según Radio Biobío, el propio Beltrán habría intentado también atacar a otras trabajadoras de su red, una de las cuales sobrevivió tras un tiroteo en su casa.
En uno de los bunkers del narcotraficante se encontró una mancha de sangre sin identificar, lo que apunta a posibles ajustes de cuentas previos.
El hallazgo del cuerpo y las detenciones
La búsqueda terminó cuando José Montecinos Contreras, un panadero que trabajaba en la zona, entregó información clave que permitió ubicar el cuerpo de Krishna Aguilera en una fosa cubierta de tierra y piedras, en un camino rural de Calera de Tango.
Tras el hallazgo, la PDI detuvo a Juan Beltrán, su actual pareja —una menor de 17 años—, su suegra y otros integrantes de la banda.
La tragedia cerró semanas de incertidumbre y confirmó una dolorosa realidad: Krishna Aguilera terminó siendo víctima del mismo círculo criminal del que, en algún momento, formó parte.

