Hija de la concejala desaparecida en Villa Alegre expone sus dudas sobre el círculo cercano que vio a su madre por última vez.
A casi cinco meses sin saber de María Ignacia González, su familia continúa aferrándose a cualquier gesto, pista o testimonio que permita avanzar en el caso. En ese proceso, una de sus hijas, Javiera Gallegos, decidió romper el silencio y exponer sus inquietudes respecto de quienes compartieron con la concejala el día en que se perdió su rastro.
La joven conversó con el matinal Mucho Gusto, donde repasó detalles de la última jornada en que su madre fue vista con vida y los comportamientos que, hasta hoy, le generan cuestionamientos.
Las últimas personas que estuvieron con la concejala
Según relató Javiera, su madre acudió ese día a la casa de una pareja de amigos, instancia en la que también estaba presente una prima cercana. Ese encuentro, que en principio parecía cotidiano, terminó convirtiéndose en el foco de las dudas de la familia.
“Nosotros desconfiamos de esas personas desde la primera semana. Nos llamó mucho la atención que el primer lunes tras la desaparición, ninguna de esas personas llegó a la casa”, expresó, recordando que aquellos días fueron especialmente difíciles.
Actitudes que generaron sospechas
La joven señaló que, pese a ser las últimas personas en compartir con la concejala, nunca manifestaron interés en colaborar con la búsqueda o con la investigación policial.
“De Maritza y José no espero nada porque a esas personas ni siquiera les conocía la cara. Por el contrario, la prima de mi mamá era alguien que venía semana por medio a la casa. Fue una persona que desapareció de un día para otro y no hay contacto con ella, sigue haciendo su vida normal”, afirmó con molestia.
La distancia inesperada de una persona cercana
Durante las primeras semanas tras la desaparición, la prima visitó la casa en apenas tres ocasiones, una conducta que contrastó con el apoyo que sí brindaron otras amigas de la concejala.
Un comportamiento que no pasa desapercibido
“En ese primer mes era muy común que amigas de mi mamá venían y estaban conmigo y mi hermana todo el día (…) Entonces, ¿cómo no me va a llamar la atención? Una persona que era cercana, toma esta distancia de un día para otro. Es curioso”, comentó Javiera, insistiendo en que esa frialdad quebró la confianza que tenían en ella.
Sin pruebas, pero con inquietudes
Pese a lo anterior, Javiera fue enfática en aclarar que no posee antecedentes concretos que vinculen directamente a estas personas con la desaparición de su madre. Sin embargo, sostiene que las conductas posteriores al hecho siguen siendo un punto que no logran comprender.
La familia, al igual que la comunidad de Villa Alegre, continúa esperando avances que permitan esclarecer qué ocurrió con la concejala y dónde podría encontrarse.