El macabro detalle que reveló el celular de Valentina Alarcón tras ser vendido por “El Cebolla” en 10 lucas
Nuevos antecedentes del caso Valentina Alarcón salieron a la luz tras revisarse el celular que terminó en manos de un tercero.
En Contigo en la Mañana se dieron a conocer nuevos detalles ligados al celular de Valentina Alarcón, cuya desaparición desde el 25 de octubre terminó trágicamente cuando su cuerpo fue encontrado en una vivienda abandonada de La Pintana.
Cómo la geolocalización guió la búsqueda
El hallazgo se produjo a solo una cuadra y media del punto donde el celular registró su última ubicación, en la intersección de Batallón Chacabuco con Inés Suárez. Actualmente, el único detenido con prisión preventiva es Robinson René Saunders González, conocido como El Cebolla.
La Fiscalía reveló que “logramos la georreferenciación de Valentina, que era compatible con la última información que teníamos…”, explicando que ese rastro permitió dirigir la búsqueda hasta La Pintana y específicamente a la población El Castillo.
Según detallaron, el aparato fue fundamental en la investigación: “fue lo que nos llevó a El Castillo… lo que hace la Policía es chequear si ese teléfono estaba activo con otro número, lo que efectivamente nos dio positivo”.
La declaración de quien compró el celular
En el matinal se exhibió la declaración de la persona que adquirió el celular de Valentina. El testimonio señala:
“El 30 de octubre, a eso de las 12:30 horas, me dirigí junto a una serie de personas al sector El Castillo en La Pintana… en ese mismo sector pregunté quién vendía un celular, para ocuparlo”.
El comprador indicó que se enteró de que El Cebolla tenía uno disponible y lo describió así:
“este sujeto es de tez blanca, contextura media… el cual vestía un short claro sin polera y tenía una herida en la frente…”
Agregó que lo adquirió por 10 mil pesos, aunque el equipo estaba apagado, sin carcasa y con la pantalla rota. Luego relató:
“al encenderlo… me di cuenta de que en la pantalla mantenía una fotografía de un jugador de Universidad de Chile, uno decía Aránguiz, y el otro Martínez”.
También afirmó que el 4 de noviembre intentó empeñarlo en un punto de droga:
“me dirigí a calle Santa Elena… con la finalidad de empeñar el celular, a cambio de un caño”.
Finalmente sostuvo que colaboró con la PDI:
“cooperé en relación de la ubicación del celular y entregué la información respecto a todo lo que me consultaron los funcionarios de la PDI”.
