Revelan detalles del tenso ambiente en el comando de Evelyn Matthei tras conocer los resultados electorales.
La jornada electoral del domingo dejó resultados que movieron el tablero político más de lo previsto. Jeannette Jara y José Antonio Kast avanzaron a la segunda vuelta con cifras muy cercanas, mientras que Franco Parisi se instaló inesperadamente como la tercera mayoría del país. Ese escenario remeció directamente la noche de Evelyn Matthei, quien terminó en el quinto lugar y debió reaccionar rápidamente ante el avance de los conteos.
Horas después, la exalcaldesa de Providencia apareció públicamente para reconocer su derrota y respaldar al líder republicano. Sin embargo, nuevos antecedentes indican que su apoyo estuvo lejos de ser espontáneo.
La trastienda del comando Matthei
Este lunes, la periodista Catalina Edwards expuso en Plaza Pública de Radio Infinita cómo se vivió ese momento dentro del equipo de la candidata. Relató que, en un comienzo, desde el entorno de Matthei se transmitía que “no iba a haber apoyo a Kast, sin condiciones”, lo que adelantaba un escenario incierto en la centroderecha.
La presión tras los primeros cómputos
A medida que el Servel difundía los resultados preliminares, Catalina intentó confirmar si la militante de la UDI respaldaría finalmente a José Antonio Kast. La respuesta que obtuvo desde distintas figuras del sector, entre ellos exministros y exalcaldes, apuntaba a que Matthei “no quería” dar ese paso, aunque también mencionaron que “la iban a tratar de convencer”.
Su compañero en el panel, Rodrigo Bravo, compartió una versión similar. Incluso afirmó que durante una reunión de Chile Vamos “hasta le cayeron unas lágrimas” a la exedil, reflejando la magnitud del golpe político que vivía.
¿Apoyo forzado?
El análisis final del programa concluyó que el respaldo que Matthei entregó a Kast no fue una acción nacida de la convicción, sino más bien producto de la presión política interna. En palabras del equipo radial, la candidata habría asistido a manifestar su apoyo “prácticamente obligada” y en evidente desacuerdo con quienes la rodeaban.

