¿Quién era la joven madre encontrada en casa de tortura en San Vicente? La historia de Catalina que impacta al país
Hallazgo en O’Higgins reabre una compleja investigación marcada por una desaparición y un descubrimiento en zona de cerros.
La región de O’Higgins volvió a quedar en alerta tras la confirmación de la identidad de un cuerpo encontrado en medio de un operativo policial en San Vicente de Tagua Tagua. La víctima, una joven madre de 25 años, llevaba semanas desaparecida y su búsqueda mantenía en vilo a su familia.
La Fiscalía logró esclarecer quién era la persona hallada en una estructura utilizada como casa de tortura, un hecho que abrió nuevas aristas dentro de una indagatoria por tráfico de drogas y desapariciones ocurridas en la zona.
La investigación que llevó al hallazgo
El descubrimiento se produjo en un sector conocido como Pueblo de Indios, una zona de cerros con espesa vegetación y sectores usados como basurales. Equipos policiales realizaban órdenes de entrada y registro en diez domicilios vinculados a una pesquisa por narcotráfico cuando dieron con el sitio.
Un cuerpo calcinado y maniatado
Según los peritajes, el cadáver fue hallado en condiciones estremecedoras: completamente calcinado y con señales de haber estado atado. Días después, la Fiscalía confirmó que los restos correspondían a Catalina González Rojas, quien había sido reportada como desaparecida en septiembre.
La vida de Catalina antes de desaparecer
Catalina era madre de tres pequeños y, según su familia, dedicaba la mayor parte de su tiempo al cuidado de ellos. Sin embargo, un conflicto personal la habría llevado a distanciarse de su círculo cercano.
El testimonio de su familia
Su tía relató a CHV Noticias que “Catalina era una niña súper sociable, preocupada de sus hijos. Solo que la vida le jugó muchas malas pasadas, y terminó cayendo en el vicio de la droga. Eso la llevó a querer salir. Se sintió bajo tanta presión, que un día salió y no volvió más”.
La familia explicó que la joven había recaído en el consumo de drogas durante septiembre, lo que la llevó a relacionarse con personas que utilizaban el cerro donde posteriormente fue encontrado su cuerpo.
El último contacto y el temor de la familia
Durante los primeros días de su desaparición, Catalina logró comunicarse con sus seres queridos. En esa llamada, les advirtió que estaba secuestrada y mencionó que le habían cortado el cabello. No logró entregar más detalles sobre dónde se encontraba ni quiénes estaban detrás de su captura.
Qué viene ahora en la investigación
La Fiscalía continúa levantando antecedentes para determinar las circunstancias exactas de su muerte y su vínculo con las bandas que operan en el sector. El caso, que involucra tráfico de drogas y otras desapariciones en la región, sigue abierto y bajo estricta reserva.
