La potente declaración de la hermana de Krishna Aguilera ante la PDI que remece el caso y expone red narco
La hermana de Krishna Aguilera entregó información clave que reveló un conflicto con un narcotraficante y abrió nuevas líneas investigativas.
La desaparición y posterior asesinato de Krishna Aguilera comenzó a aclararse a inicios de octubre, cuando su hermana Cristal llegó hasta dependencias de la PDI con un mensaje que cambió el curso de la investigación. “Quiero entregar información importante para la investigación”, señaló ante los detectives, abriendo una arista desconocida hasta ese momento.
El quiebre que encendió las alarmas familiares
Krishna desapareció la madrugada del 4 de octubre, luego de salir a una discoteca en compañía de Juan Beltrán, quien hoy enfrenta cargos como principal imputado del crimen.
La familia ya había denunciado su presunta desgracia y Cristal, convencida de que conocía al responsable, acudió voluntariamente a declarar para entregar detalles que ella consideraba determinantes.
Primeras pistas: vínculos con el narcotráfico
Los antecedentes aportados por la joven no solo apuntaron a Beltrán, sino que también revelaron una red de narcotráfico que operaba en distintos sectores de San Bernardo, entorno que ella conocía por experiencia propia.
De acuerdo con la Fiscalía, Krishna vendía drogas para Beltrán, quien reclutaba a varios jóvenes como “soldados” para su operación.
El conflicto que habría motivado el ataque
En su declaración del 7 de octubre —a la que accedió La Tercera—, Cristal relató que la relación entre su hermana y el imputado se había fracturado luego de un episodio que desató represalias.
Según sostuvo, Krishna “tenía problemas con un traficante conocido del sector llamado Juan Beltrán Olivares”, quien cambió su trato hacia ella cuando se convenció de que lo había delatado.
Cristal afirmó que todo ocurrió porque “mi hermana le dio el dato a otras personas para que asalten a Juan y le quiten todo”.
La situación se agravó cuando una mujer identificada como “Karla” le quitó el celular a Krishna, encontrando allí mensajes y fotografías que confirmaban el supuesto “sapeo”.
Para Cristal, no había dudas sobre el paradero de su hermana: Beltrán “tiene a mi hermana secuestrada o la mató por el problema que tuvieron”.
Detalles de la vida familiar que aportaron contexto
Dos días después, Cristal entregó un segundo testimonio donde habló sobre la historia familiar.
Explicó que eran tres hermanos y que Krishna era la menor. Reconoció una infancia marcada por episodios complicados, como su paso por el Sename, y también relató que en su adolescencia cometió robos, aunque aseguró que dejó esa vida al convertirse en madre.
En ese mismo relato, mencionó que conoció a Juan Beltrán en 2015, cuando tenía 15 años, describiéndolo como alguien que “al principio se mostraba amable, pero después se volvió agresivo”.
Aseguró también que “en la actualidad Juan Beltrán es un narcotraficante muy conocido en San Bernardo”, y que solía involucrarse con chicas jóvenes para utilizarlas como vendedoras.
El episodio que habría gatillado la tragedia
Cristal detalló que, en agosto, Krishna llegó a la casa ensangrentada tras enfrentarse a una mujer celosa que la acusaba de mantener una relación con su pareja.
Durante esa pelea, la agresora la apuñaló en una pierna y le robó el celular. Ese teléfono contenía imágenes de “la camioneta nueva del Juan” y de “joyas que le habían robado”, lo que habría generado un pago de $200 mil por la información.
Aunque insistió en que la verdadera responsable del “dato” fue otra mujer, explicó que después de este episodio la familia se mudó dentro de la comuna para evitar nuevos conflictos.
Cristal señaló que “la última vez que mi hermana trabajó para Juan fue el día 18 de septiembre”, aunque reconoció que Krishna seguía buscándolo para conseguir drogas.
Otros nombres y piezas dentro de la red
En su declaración, Cristal entregó identidades de otras jóvenes que tenían roles similares dentro de la organización, además de mencionar a varios miembros cercanos a Beltrán, conocidos como sus “perros”, entre ellos uno apodado “el Amoroso”.
La última comunicación con el imputado
Cristal también relató que contactó personalmente a Beltrán para exigir respuestas sobre su hermana.
Según su testimonio, él le aseguró que “él había dejado a mi hermana en la esquina de nuestra casa, no volviendo a contestarme”.
Minutos más tarde, la bloqueó.