José Antonio Kast respondió a la polémica por los dichos de José Carlos Meza y evitó asumir responsabilidad, apuntando al Gobierno y cambiando el foco del debate
Las redes sociales estallaron con críticas luego de las declaraciones del diputado republicano José Carlos Meza, quien aseguró estar a favor de conmutar penas a condenados con enfermedades terminales, incluso si se trata de violadores de menores. El comentario generó rechazo transversal y abrió un flanco para la candidatura presidencial de José Antonio Kast.
La defensa evasiva de Kast
Con el paso de las horas, Kast fue consultado por la polémica y nuevamente optó por esquivar una respuesta directa.
“Se hace todo un hecho político por los dichos de José Carlos Meza”, comenzó señalando.
En vez de referirse al planteamiento del parlamentario, el candidato apuntó al Gobierno:
“Aquí los únicos que han protegido a un abusador son los que están en el Gobierno. Jeannette Jara fue parte del gabinete, le prestaron La Moneda a Monsalve para despedirse de todo Chile”, afirmó, intentando redirigir la discusión.
Críticas al Gobierno y omisión sobre Meza
Kast continuó instalando la idea de que la izquierda sería responsable de beneficiar a personas condenadas por delitos graves.
“¿Quiénes son los únicos que han indultado a un terrorista? (…) Enfoquémonos en lo que tenemos que hacer: cuidar nuestras instituciones, cuidar a Gendarmería, enfrentar a los delincuentes”, insistió.
Pese a la insistencia de la prensa, el candidato evitó referirse al fondo de las declaraciones de Meza o indicar si comparte o rechaza su postura.
Kast destaca su programa y evita asumir costos políticos
Buscando cerrar el tema, Kast remarcó que su equipo tiene un programa definido:
“Aquí nosotros tenemos un plan de gobierno muy claro… están los tres ejes principales, están las treinta y tres medidas, y, por lo tanto, nosotros vamos a ser claros y firmes: al que comete un delito, lo vamos a sancionar”, sostuvo.
Con esta intervención, Kast volvió a eludir cualquier responsabilidad respecto a lo expresado por Meza, dejando el costo político en manos del propio diputado mientras la polémica continúa escalando.