El caso de Krishna Aguilera continúa revelando nuevos antecedentes que profundizan el vínculo entre la joven y Juan “Guatón” Beltrán, narcotraficante señalado como principal sospechoso de su desaparición y asesinato. En las últimas horas salió a la luz parte de la declaración de Cristal, hermana de la víctima, quien entregó su propio testimonio ante la Fiscalía.

La relación de Krishna con la organización delictiva

Según lo que Cristal relató a los investigadores, su hermana mantenía una estrecha relación de confianza con Beltrán y formaba parte activa de la estructura operativa del narcotraficante. De acuerdo con su relato, Krishna desempeñaba funciones directas en la venta de drogas en los llamados narco búnker.

Cómo operaban los puntos de venta

En la declaración —difundida por un reportaje de CHV— Cristal detalló que su hermana manejaba sumas importantes en cada jornada. Allí señaló que “en cada punto diario que trabajaba, en 24 horas, vendía 3 millones de pesos (en cada narco búnker). Vendía todo tipo de drogas: cocaína, pasta base, la cera que le dicen, que es como el aceite de la pasta base; y el tusi, que lamentablemente es la droga que consumen los jóvenes”.

La mujer también precisó cuánto dinero recibía Krishna por su labor dentro de la banda. Indicó que “tenía dos búnkeres. Las personas, contando a mi hermana, se turnaban para trabajar. Ellas quedaban encerradas, y solo con su manito entregaban la droga. Mi hermana por 24 horas se venía con 300 o 400 mil pesos por un día trabajado de 24 horas. Por eso le costó tanto salir de ese círculo”.

El temor de Krishna tras entregar información clave

El miedo comenzó a instalarse cuando Aguilera filtró información sensible sobre Beltrán a una banda rival. Ese antecedente habría provocado una “mexicana” contra el narcotraficante el 14 de agosto, lo que dejó a la joven en una posición de altísimo riesgo. Ante ello, pidió a su familia —incluida su hermana— cambiarse de domicilio de forma urgente.

Aunque la relación entre Krishna y Beltrán se había deteriorado, ambos continuaban comunicándose. Incluso, según Cristal, la joven intentó convencerlos de ayudar al narcotraficante en un nuevo proyecto ilícito.

La petición que provocó un quiebre familiar

Cristal relató que el 2 de octubre recibió un mensaje de su hermana mientras trabajaba. Allí Aguilera le preguntó si podían arrendarle a Juan Beltrán el departamento de su madre. En su declaración, recordó exactamente cómo fue la conversación:

“El 2 de octubre me habló, yo estaba trabajando. Estaba tratando de arrendar el departamento de mi madre, que lo publiqué en todas las redes sociales. Y ahí ella me dice: ‘Oye, ¿por qué no le arriendas el departamento a Juan?’. Y yo le digo: ‘¿Para qué?. ¿para vivir?’. Ella me dice: ‘No, para hacerle un punto’. Yo le respondí: ‘No, estás loca, para puros problemas’”.

Ese intercambio tensó aún más el ambiente familiar. Cristal señaló que comenzó a temer una nueva intervención de Beltrán en la vida de su hermana. “Quedé preocupada, dije: ‘Este hombre de nuevo volvió a hablar con Krishna’. Ella llegó después a la casa y tuvimos una discusión, y ahí el 4 de octubre salieron y Krishna no apareció más”, detalló en su declaración.

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Una desaparición marcada por advertencias previas

La versión de Cristal agrega nuevas piezas a un caso que aún conmociona al país. Su testimonio permite entender el nivel de riesgo en que vivía la joven y las dinámicas internas que rodeaban a la banda liderada por Beltrán, cuyo rol en la desaparición de Krishna continúa siendo investigado.