José Antonio Kast confirmó su interés en vivir en La Moneda y aseguró que busca dar una señal de austeridad ante tiempos económicos difíciles.
El debate sobre dónde residirá el próximo Presidente comenzó a despejarse. José Antonio Kast confirmó públicamente que evalúa instalarse en el Palacio de La Moneda junto a su esposa una vez que asuma el cargo, una decisión que, según explicó, busca dar una señal concreta de austeridad en un escenario económico complejo.
El mandatario electo abordó el tema ante la prensa y defendió su postura, subrayando que no pretende realizar gastos innecesarios ni exigir comodidades especiales.
Kast confirma su interés por vivir en La Moneda
Al ser consultado directamente, el presidente electo no esquivó la pregunta y ratificó lo que hasta ahora eran solo versiones.
“Claramente nosostros hemos dado señales de que sí tenemos interés de vivir en La Moneda”, afirmó.
Frente a las críticas por la posibilidad de habitar un edificio declarado monumento histórico, Kast respondió que la residencia no sería algo inédito.
“Ya hay dentro del palacio mucha gente que vive ahí, partiendo por la guardia de palacio”, señaló.
Disposición a adaptarse y sin lujos
Kast aseguró que no tendría inconvenientes en instalarse en el tercer piso del palacio y que no espera modificaciones ni remodelaciones para hacerlo habitable.
Incluso, dijo estar dispuesto a llevar lo mínimo indispensable para vivir. Según comentó, podría trasladar su propia cama, un comedor o, si fuera necesario, “un saco de dormir”.
El mensaje de austeridad que quiere transmitir
El presidente electo explicó que actualmente vive a más de una hora y media de La Moneda, y que no ve sentido en arrendar una vivienda adicional que implique un mayor gasto fiscal.
“Yo no pido lujos, no pido que me atiendan. Yo soy capaz de hacer mi cama, de hacer muchas cosas. Soy autosuficiente”, aseguró.
“Vienen tiempos muy difíciles”
En esa misma línea, Kast sostuvo que su decisión busca ser coherente con el momento económico que atraviesa el país.
“Creo que esa forma de actuar también es una señal de austeridad para lo que tenemos que pedirle a los chilenos. Porque vienen tiempos muy difíciles”, advirtió.
Asimismo, recalcó que el escenario fiscal no permite gastos extra asociados a comodidades personales.
“Hoy día no tenemos holgura fiscal. Entonces, si yo comienzo a remodelar un lugar, empiezo a gasta en mí, creo que no corresponde. Si tenemos un par de habitaciones donde podamos instalarnos con la Pía (su esposa), no tenemos problema”, insistió.
La definición final sobre su residencia marcará uno de los primeros gestos simbólicos de su administración, en un contexto donde el énfasis en la austeridad promete ser parte central de su discurso.

