El fuero maternal protege a las trabajadoras durante el embarazo y después del parto. Revisa cuánto dura y qué hacer si no se respeta.
El fuero maternal es una de las protecciones laborales más relevantes para las trabajadoras en Chile, ya que busca resguardar su estabilidad económica durante una etapa clave de la maternidad.
Este derecho impide que una mujer sea despedida mientras está embarazada y durante un periodo posterior al nacimiento de su hijo, salvo en situaciones muy específicas definidas por la ley.
¿Qué es el fuero maternal y por qué es tan importante?
El fuero maternal es una garantía legal que protege el empleo de la trabajadora, evitando que quede sin ingresos en medio del embarazo o tras el parto. Gracias a este mecanismo, el empleador no puede poner término al contrato de trabajo de forma unilateral, a menos que cuente con una autorización judicial previa.
De esta manera, se busca asegurar la continuidad laboral de la madre y entregar mayor seguridad económica en una etapa especialmente sensible.
¿Cuánto dura el fuero maternal?
Según lo establecido por la Dirección del Trabajo (DT), el fuero maternal se extiende desde el inicio del embarazo hasta un año después del término del descanso postnatal.
En la práctica, esto significa que la protección se mantiene hasta que el hijo cumple un año y 84 días, considerando todo el periodo de pre y postnatal legal.
¿En qué casos se puede terminar el contrato?
Durante la vigencia del fuero, el empleador solo puede poner fin a la relación laboral si obtiene previamente la autorización de un juez. Esta puede concederse únicamente en las siguientes situaciones:
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Vencimiento del plazo pactado en el contrato.
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Término del trabajo o servicio que dio origen a la contratación.
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Hechos imputables a la conducta de la trabajadora.
Fuera de estos escenarios, el despido no es válido mientras rija el fuero maternal.
¿Qué hacer si el empleador desconoce el fuero?
Si una trabajadora es despedida o separada de sus funciones sin respetar el fuero maternal, tiene derecho a exigir su reincorporación inmediata.
Para ello, debe presentar un certificado médico o de matrona que acredite el embarazo. Una vez comprobada la situación, el empleador está obligado a recontratarla.
Además, la empresa deberá pagar todas las remuneraciones correspondientes al período en que la trabajadora estuvo fuera de sus funciones, siempre que no haya recibido el Subsidio Maternal durante ese tiempo.
En caso de incumplimiento, la afectada puede recurrir a los tribunales de justicia para hacer valer sus derechos.

