El coleccionista Ignacio Villalón indicó que para que una moneda cause interés entre los coleccionistas se consideran factores como su escasez o alguna falla.
Esta pieza se considera de lujo, y corresponde al año 2000, además, tiene la particularidad de tener impresa la fecha en ambas caras, por lo cual se convirtió prácticamente en una pepita de oro, para el mundo de la numismática o coleccionismo de monedas, señalo el medio.