Jorge Said mostró en La Divina Comida su casa llena de objetos, recuerdos y premios de sus viajes por más de 100 países.
La última edición de La Divina Comida tuvo como uno de sus protagonistas a Jorge Said, periodista y trotamundos, quien abrió las puertas de su sorprendente casa para recibir a Carola de Moras, Pilar Cox y Jaime Bellolio.
El comunicador no solo compartió una cena, sino también un recorrido por las múltiples historias y objetos que ha traído de sus viajes por el mundo.
Un hogar convertido en museo personal
Colecciones y curiosidades únicas
Durante el programa, Said mostró con orgullo su vasta colección de objetos internacionales. “Es un mundo que me ha costado años ir construyendo”, expresó mientras guiaba a sus invitados entre sillones, adornos y prendas de distintos rincones del planeta.
Uno de sus rincones favoritos es un sillón que lo transporta a sus aventuras en el desierto. “Este sillón donde me encanta tomar el té, me recuerda, por sobre todo, esas arenas mágicas de los desiertos de Arabia Saudita”, contó emocionado.
El poder de vestirse como local
Ropa típica como puente cultural
Jorge Said no solo colecciona objetos: también viste atuendos tradicionales de los lugares que visita. Durante el programa, se puso un kimono y un sombrero de campesino, explicando: “Es una manera de convertirse en local, lo que te facilita mucho la interacción con las personas que nos reciben”.
En su armario destacan gorros, collares y vestimenta de países como Ucrania y Mongolia, todos traídos para contar historias. “Todo esto yo me lo traigo de los viajes como una manera de comunicar muchísimo más”, señaló.
El rincón más especial de su casa
Cultura, supersticiones y recuerdos
Al llevar a sus invitados a la sala principal, Jorge compartió: “Estamos entrando en lo que son mis aposentos principales, es aquí donde yo recibo a mis amigos, y también donde transmito esta cultura que me ha llevado recorrer los cinco continentes”.
Confesó su fascinación por la cultura hindú: “Una de las culturas que más me impactó a través de toda la historia ha sido la cultura Hindú”, y reveló su lado supersticioso al hablar de sus amuletos: “Yo soy un poquito supersticioso, así que yo cambio a mis gatitos, y tengo muchos. Tengo hasta en turquesa, lapislázuli son los que me acompañan. Los traje de mis viajes por Egipto y solamente me han traído buena suerte”.
Un reconocimiento que guarda con orgullo
Doctorado honorífico de México
Entre todos los objetos de su living, hay uno que guarda especial cariño. “Este es uno de los pocos papeles que tengo en mi living. No me gustan mucho los diplomas, pero a este le tengo especial cariño, porque me lo dio México en la Universidad de Guadalajara, un Doctor Honor causa en Ciencias sociales”, compartió con emoción.

