Una de las polémicas más comentadas de la semana tuvo como protagonistas a las actrices Íngrid Cruz y Francisca Merino, luego de que una antigua disputa resurgiera con fuerza en televisión. El tema, que involucra a Luciano Cruz-Coke y una supuesta infidelidad ocurrida en los años 90, fue abordado con franqueza por ambas en distintos espacios.

La historia detrás del conflicto

Todo comenzó cuando Íngrid Cruz recordó, en un programa anterior, que Francisca Merino habría tenido una mala actitud con ella durante las grabaciones de la teleserie Marparaíso, emitida a fines de los años noventa.

La respuesta de Merino no tardó en llegar. En el espacio Qué te lo Digo de Zona Latina, la ex SQP lanzó una dura acusación, reviviendo una historia que llevaba décadas en silencio.

“Se agarraba a mi pololo y era compañera mía de elenco”

“Ella saca una pelea que tuve hace más de 30 años. Te voy a contar que yo pololeaba con Luciano (Cruz-Coke) y ella se lo tiraba, se lo agarraba y trabajaba conmigo. Se agarraba a mi pololo y era compañera mía de elenco”, afirmó Merino, sorprendiendo a la audiencia.

También reveló cómo se enteró del supuesto engaño:
“Cuando yo lo descubrí, que me lo contó Pablo Illanes, llevaban meses agarrándose a mis espaldas. Obviamente la encaré, la habré insultado, no me acuerdo si la ‘rotié’”, añadió.

“Se abrió una caja de Pandora”

La controversia fue catalogada como el “Escándalo de la Semana” por el programa Primer Plano, donde ambas actrices fueron consultadas por sus versiones. Incluso Francisca Merino llegó al estudio acompañada de Catalina Pulido para profundizar en el tema.

Íngrid Cruz, por su parte, se refirió escuetamente a lo ocurrido: “Se abrió una caja de Pandora, pero no se habló de la vida personal de nadie”, comentó a través de una cápsula del programa.

Merino defiende su postura

Durante su participación en el estudio, Francisca Merino expresó sentirse afectada por las críticas recibidas:
“A mí me duele que me digan que soy maltratadora. Porque yo lucho, a diario, contra el maltrato. Cuando me enojo, sé que digo lo que nadie puede decir. Sé que voy a quedar mal, sé que me van a echar, pero prefiero decirlo. Entré a estudiar Teatro para expresar mi libertad”, explicó.

“Fue porque tenía 23 años…”

También reconoció que efectivamente fue víctima de una infidelidad, algo que, según ella, incluso tuvo testigos. En la conversación, Pamela Jiles le preguntó por qué su reacción fue contra Íngrid y no contra su pareja de ese entonces. Su respuesta fue directa:
“Las mujeres caemos en enemistarnos con la mujer”, y agregó: “Fue porque tenía 23 años y la agarré con la hue… no más”.

Merino también se mostró dolida por el silencio de sus compañeros de elenco, quienes no le contaron lo que ocurría. “Si yo tengo una amiga y sé que el tipo la está gorreando y me quedo callada…”, señaló, lamentando la falta de apoyo en ese momento.

“Estamos viejas, hemos sufrido dolores irremediables”

A pesar de lo tenso del tema, Francisca cerró sus declaraciones llamando a la calma y dando a entender que ya ha dejado el episodio atrás.
“Estamos viejas, hemos sufrido dolores irremediables, estafas, pérdidas”, concluyó, bajándole el perfil a una historia que lleva más de tres décadas y que, pese al tiempo, sigue dando qué hablar.