“Nunca fue compartido”: la verdadera razón detrás del quiebre entre Fuenzalida y Rosario Bravo
Daniel Fuenzalida y Rosario Bravo anuncian el fin de su pódcast tras tensiones por el registro de marca, pese al éxito alcanzado.
El mundo de los pódcast en Chile quedó remecido tras confirmarse la separación definitiva de Daniel Fuenzalida y Rosario Bravo, creadores de “Cómo están los weones”, uno de los programas más populares del país. Aunque su química parecía indestructible, las tensiones entre ambos sellaron el destino del espacio.
¿Cómo comenzó el conflicto?
El quiebre empezó a gestarse a inicios de 2025, según relató el propio Fuenzalida en una entrevista con Zona Latina. Rosario, preocupada por formalizar los derechos de la frase “Cómo están los weones”, que ella misma popularizó en TikTok, pidió ayuda a un amigo abogado especializado en propiedad intelectual.
La sorpresa llegó cuando, al hacer la consulta, el abogado descubrió que la marca ya estaba inscrita desde hacía un año… por Daniel Fuenzalida, quien nunca había mencionado este detalle a su compañera.
El quiebre que no se pudo evitar
Rosario se sintió profundamente afectada al enterarse y le recriminó a Daniel no haberla informado. Aunque el animador le explicó que solía registrar todos sus proyectos y que la marca eventualmente quedaría bajo una sociedad conjunta, lo cierto es que dicha sociedad nunca se concretó, pese a las reiteradas solicitudes de Rosario.
En un correo filtrado al programa, Rosario expresaba su molestia: “Se lo planteé muchas veces. Finalmente, lo que recibí fue solo una propuesta que solo incluía cosas secundarias, tazones, poleras; pero no en el corazón del proyecto, el nombre, las ganancias ni las decisiones compartidas”, señaló.
La versión de Daniel Fuenzalida
Consultado por el mismo medio, Fuenzalida defendió su actuar: “Siempre he inscrito marcas de todos los proyectos en que estoy y ustedes bien lo saben. Yo también inscribí la marca del ‘Me Late’ y eso nos pudo salvar un rato y todo”, explicó.
El animador aseguró que nunca buscó quedarse con el proyecto a espaldas de Rosario. “Siempre que ese nombre iba a ser usado, iba a ser con Rosario Bravo. Esos nombres se transfieren, yo no tengo ningún problema en transferirlo. Solamente yo me resguardé de que una persona distinta a nosotros pudiera usar ese nombre. Esa es la verdad de esto”, aclaró.
Un final, pero no necesariamente para siempre
Sobre el término del pódcast, Daniel insistió en que no se debía solo al conflicto: “Yo creo que llevamos 80 capítulos, hay que hacer un pare, hay que renovarse, quizás puede venir una segunda temporada, nadie lo sabe. Le tengo un cariño tremendo a la Rosario Bravo (…) Nos merecemos un descanso como dupla, fue muy intenso, nos ganamos todos los premios. Estoy muy agradecido de ella, fue una linda sociedad y una linda amistad. Me quiero quedar con ese recuerdo”, expresó.
Por ahora, el programa continuará solo hasta cumplir compromisos comerciales, mientras sus seguidores esperan que este no sea el adiós definitivo, sino apenas un hasta luego.