Paula Pavic confesó su disconformidad con la pensión de Marcelo Ríos y reveló los montos tras su separación.
La separación entre Marcelo Ríos y Paula Pavic generó gran revuelo, no solo por el quiebre de un matrimonio de años, sino también por la vida que ambos mantenían en Estados Unidos junto a sus cinco hijos. Hoy, la emprendedora está instalada nuevamente en Chile y decidió hablar sin filtros sobre el acuerdo económico con el extenista.
Una nueva etapa tras el quiebre
Aunque la pareja confirmó el término de su relación en 2024, Pavic asegura que su vínculo actual con el “Chino” es cordial: “Nos llevamos mejor que nunca”, dijo en el programa Hay que decirlo.
Sin embargo, su tranquilidad familiar contrasta con la disconformidad en el plano económico. “No estoy conforme con la pensión que me entrega, llegamos a un acuerdo pero no estoy conforme”, reconoció.
El acuerdo inicial y la promesa incumplida
Según contó, Marcelo Ríos habría hecho un compromiso en un inicio: “A los niños les voy a dar lo mismo, a ti te dejaré una casa”. Esto equivalía a 4 mil dólares mensuales por cada hijo —unos 20 mil dólares en total— además de una vivienda.
Pero la realidad terminó siendo distinta. Pavic detalló que el acuerdo firmado fijó en “mil 500 por cada niño hasta los 18 años y después se los da directamente a ellos”, lo que sumado a la casa que habitan alcanza un monto aproximado de 14 millones de pesos chilenos al mes.
¿Cuánto dinero entrega el “Chino” Ríos?
En la práctica, la pensión que recibe Pavic bordea los 7 millones de pesos mensuales, considerando lo que administra directamente. Una cifra que, aunque elevada para la mayoría, sorprendió a los panelistas del espacio televisivo.
La conductora Paulina Nin intervino con una reflexión: “Es inentendible para una mujer que lucha por $100 mil, que otra mujer, que vive a cuerpo de rey, no le alcance con $14 millones. Para que las mujeres de Chile te entiendan, ¿Es para la calidad de vida que te das?”.
La explicación de Pavic sobre su estilo de vida
Lejos de evadir la crítica, Paula reconoció que entiende esa mirada y asumió que pudo equivocarse al exponer los números. “Yo quizá cometí el error de decir los montos, nosotros vivíamos con un monto y ahora vivimos con la mitad. Pagábamos 30 mil (dólares) al mes, por cómo vivíamos”, aclaró.
De esa manera, explicó que más allá de las cifras, la complejidad está en la diferencia de nivel de vida al que estaba acostumbrada junto a sus hijos y la realidad que enfrentan hoy.