Daniel Fuenzalida enfrenta una millonaria demanda de su expareja, quien asegura que el animador le adeuda cerca de $50 millones
La larga relación entre Daniel Fuenzalida y Pamela Cifuentes, que se extendió por una década, terminó no solo en lo personal, sino también en tribunales. La ejecutiva, clave en el proceso de rehabilitación y regreso a la televisión del animador, decidió demandarlo para exigir el pago de una deuda que bordea los $50 millones.
Pamela Cifuentes asegura haber financiado tratamientos y deudas
En junio pasado, Cifuentes contó que mientras convivieron asumió gastos importantes: desde internaciones y terapias para la rehabilitación de Fuenzalida hasta pagos de la casa que compartían.
Además, pidió créditos para que el conductor pudiera saldar deudas, recuperar su viabilidad bancaria e invertir en proyectos. Aunque el animador se comprometió a devolverle el dinero cuando se estabilizara económicamente, eso nunca ocurrió.
La situación se arrastra desde 2016, año en que terminó la relación y Fuenzalida perdió su empleo. Pese a los intentos de Cifuentes por llegar a un acuerdo, nunca obtuvo respuestas concretas.
Los montos que reclama la demanda
La abogada Francisca Jara, representante de Cifuentes, explicó en conversación con Glamorama que no se trata de simples gastos cotidianos.
“Son platas que fueron conversadas entre Pamela y Daniel y que él se comprometió a devolver”, señaló.
Entre los montos reclamados figuran pagos pendientes con el Servicio de Impuestos Internos, un crédito para la compra de una camioneta de TV usada, un vehículo BMW y otras deudas personales.
Sin respuestas de Fuenzalida
Según la defensa, primero se intentó una cobranza prejudicial para alcanzar un acuerdo, pero Fuenzalida no respondió a llamados ni correos.
“Simplemente, desapareció”, acusó la abogada.
Ahora, el caso avanzará a una acción preparatoria de la vía ejecutiva, donde se citará al animador a confesar la deuda. En caso de no presentarse, podrían iniciarse otras acciones legales.
Una deuda que se arrastra hace años
La defensa de Cifuentes insiste en que el objetivo de la demanda es que Fuenzalida cumpla con un compromiso adquirido hace años.
“Mi clienta hizo varias gestiones en su momento, todas infructíferas. Y también llega un momento en que uno dice ‘pucha, qué mal estar llamando y estarle cobrando a esta persona, recibir malas respuestas’, y después definitivamente la bloquearon”, relató la abogada.